Actitudes de los Bajos Clanes

En noches recientes, a medida que la Guerra de los Príncipes abarca más y más dominios, las actitudes de los Bajos Clanes han empezarlo a cambiar. Incluso entre los clanes que tradicionalmente se inclinan hacia un comportamiento más servil, los descastados están desarrollando la creciente certeza de que no son tan impotentes como pensaban. Al tiempo que los antiguos príncipes caen y otros nuevos se alzan y ocupan su lugar, los Bajos Clanes se encuentran con oportunidades de las que nunca antes habían gozarlo.

También observan que los primeros malditos no son tan todopoderosos como querían hacer creer a los descastados. Así, el equilibrio entre los Cainitas de los Bajos Clanes serviles y desafiantes (que hasta hace poco se inclinaba más hacia el lado servil) está cambiando. Los Cainitas que en su olía ni hubiesen considerado la idea de hacerse con el poder de los Altos Clanes ahora planean su ascenso. Hasta el momento, este aumento de la ambición de los Bajos Clanes se ha producirlo lentamente, pero sólo es cuestión de tiempo que la mayoría de los descastados se vean expuestos a la idea. Si los suficientes se aferraran a ella, si un número suficiente de Cainitas de los Bajos Clanes decidieran que tienen derecho a compartir un poder que previamente detentaban en exclusiva los primeros malditos, entonces toda la sociedad Cainita podría estar presenciando una agitación sin precedentes desde la Segunda Ciudad.

Al igual que con las afirmaciones previas relativas a los diversos clanes, lo que sigue no son más que ideas generales. Cada Cainita es un individuo, y si bien la mayoría de un clan concreto puede sentirse de esa manera, eso no significa que todos deban compartir ese sentimiento. Son estas sugerencias y tendencias, nacía mis. Este apartado se refiere a actitudes de los Bajos Clanes esencialmente desde el punto de vista de la dicotomía arriba mencionada. Para más material acerca de las ambiciones, objetivos y actitudes más generales de los Cainitas descastados típicos.

OBJETIVOS Y AMBICIONES

Assamitas

Si hay alguien capaz de realizar un esfuerzo concertado para permanecer apartados del cenagal en el que puede convertirse la sociedad Cainita, ellos son los Assamitas. Ajenos a Europa Occidental y otros enclaves Cainitas, no tienen tanto interés en demostrar cuál es su lugar en el orden Camita Dicho esto, los Assamitas que viven entre Cainitas occidentales durante algún tiempo; no pueden evitar verse sujetos al informal sistema de castas como cualquier otro.

Muchos Assamitas se toman molestias en ocultar sus actividades de los que los rodean, pero no es tanto una respuesta a las presiones de la sociedad Cainita como el hecho de que a menudo están ocupados en tareas que les acarrearían numerosos problemas caso de ser descubiertas. Cuando las circunstancias no les obligan a esconderse, los Assamitas suelen ser desafiantes cuando interactúan con líderes Cainitas de los Altos Clanes. Muchos tratan de destruir la sociedad Cainita occidental desde fuera, o al menos ofrecer sus servicios a otros que si lo hagan.

Sólo unos pocos intentan domar el sistema desde dentro y por lo general operan en regiones con fuerte presencia de los Altos Clanes y de Assamitas, como Turquía e Iberia. Muchos menos son los Assamitas que rinden pleitesía a los poderes fácticos Cainitas, aunque algunos pueden aparentar esa actitud si la paga es buena o para satisfacer sus propios planes.

Gangrel

Decir que los Gangrel se inclinan hacia el lado sumiso de la ecuación es un error, de hecho una buena forma de acabar mal parado. Sin embargo, no es menos cierto que la mayoría de los Animales se enfrentan a las desigualdades y las injusticias de la sociedad Cainita manteniéndose al margen de los mismos. Muchos Gangrel emplean su tendencia nómada como una forma de evitar el enredo y las atenciones tanto de príncipes como de Altos Clanes.

Asimismo, parece que el clan no tiene mucho interés en cambiar el Sistema. Incluso aquellos que viven en los dominios más amplios procuran pasar desapercibidos Los que se hacen notar acaban sirviendo al príncipe .o a otros antiguos como soldados, matones o guardaespaldas Existe, sin embargo, una importante minoría de Gangrel que se han salido de la sociedad y actúan contra ella siempre que les es posible. Hasta el momento un escaso número de Animales han realizado intentos sustanciales de ganar poder en el sistema, si bien unas pocas regiones cuentan con Gangrel en puestos de poder, aunque no como príncipes propiamente dichos. Esto es especialmente cierto en Escandinavia, como demuestran Gangrel poderosos como Tengael y el “wotanista” Werter.

Malkavians

Por razones obvias, es casi imposible clasificar a los Malkavian como tendentes hacia uno de los dos extremos en cualquier asunto. Existen entre los Locos tantas actitudes como individuos, y puede que más. Algunos Malkavian prefieren no llamar la atención de los Altos Clanes, aunque no sean capaces de reconocer de qué se esconden. Otros se hacen útiles, desempeñando funciones de videntes o consejeros de aquellos príncipes que no tienen inconveniente en tenerlos cerca.

Los Malkavian más iracundos y violentos se convierten en autarcas que no se conforman con evitar el sistema sino que intentan destruirlo. Un número sorprendente de Malkavian sobre todo en los últimos años, prueban suerte en la política Cainita. De hecho, han resultado aterradoramente atinados, al menos los que son capaces de un comportamiento estable, especialmente porque los demás Cainitas nos suelen ver a los Malkavian como una amenaza política viable hasta que es demasiado tarde. Su reputación de locos (y causantes de locura) se ha demostrado un arma en manos de aquellos que saben cómo usarla.

Nosferatus

Nosferatu

La Tradición del Silencio obliga a los Leprosos a ocultarse del resto del mundo incluso bajo la mejor de las circunstancias, así que no debería sorprender que buena parte del clan escoja esta misma técnica como medio de escapar a la opresión de los primeros malditos. En tanto en cuanto el príncipe permanezca ignorante de la presencia Nosferatu, poca será la autoridad de la que podrá disponer sobre ellos, prohibirles cazar en sus territorios o hacerles la vida imposible en general.

Sólo unos pocos Nosferatu son serviles, ofreciendo sus habilidades a los que ostentan el poder a cambio de la única recompensa de distanciarse de los suyos, pues el sentirlo de la comunidad entre los Leprosos es bastante fuerte. Debido a su sufrimiento, también es raro el Nosferatu que abandona por completo la sociedad Cainita y se vuelve revolucionario aunque el número crece a medida que la Guerra de los Príncipes se extiende. Por sorprendente que pueda parecer fuera del clan, son muchos los Nosferatu que tratan de mejorar su situación en la sociedad Cainita a través de la política y los cargos feudales, a pesar de las alta probabilidades de fracaso a las que se enfrentan.

Muchos Nosferatu atesoran la misma nobleza del Ventrue más pintado y, especialmente ahora que la Guerra de los Príncipes es una áspera prueba de que cualquiera con la habilidad suficiente puede gobernar, los Leprosos se resisten a seguir subyugados. Muchos de estos Nosferatu parecen serviles y aduladores a ojos extranjeros, pues emplean sus habilidades de sigilo y secretismo para reunir información para cualquiera de las facciones políticas.

Sin embargo, no hacen esto en calidad de servicio para los demás, sino como medio para amasar favores e influencia pan ellos mismos. En cada vez más regiones hay Nosferatu en puestos de autoridad comparado con las décadas pasadas, y los Leprosos no muestran signos de cejar en su empeño a corto plazo.

Ravnos

Ninguno de los Bajos Clanes es particularmente aceptado en la sociedad Cainita, pero si hay una línea de sangre de la que se puede decir que sea la “más” oprimida, con toda seguridad los Charlatanes serían unos candidatos con muchas posibilidades. Si bien destacan menos que los Nosferatu y no son tan activamente despreciados como los Setitas, al menos estos dos clanes tienen la reputación de resultar útiles bajo las circunstancias adecuadas. La mayoría de los demás Cainitas ven a los Ravnos como poco más que mosquitos molestos dignos de ser aplastados siempre que es posible. Aunque los Ravnos prefieran permanecer lejos de la sociedad Cainita, desinteresados por igual ante el desafío o la servidumbre, la propia sociedad rara vez les permite esa alternativa.

Los Ravnos procuran evitar la ira de los Altos Clanes escondiéndose de ellos, aunque no se trata de “esconderse” a tradicional modo que la mayoría considera. Los Charlatanes sor extravagantes al fin y al cabo y, sin embargo, su naturaleza nómada hace que resulte muy difícil encontrarlos una vez que se han mudado de dominio, y eso es precisamente lo que les gusta. Los Ravnos que se enfadan lo suficiente a veces devuelven el golpe a la sociedad que los ha despreciado, obrando al margen de las leyes Cainitas y desestabilizando el sutil gobierno de un dominio. Los Ravnos que intentan desviar el menosprecio de los primeros malditos a través de la complacencia, o los que defienden su causa políticamente o tratan de obtener una alta posición son tan escasos que muchos Cainitas creen que la misma idea es imposible.

Seguidor de Set

Seguidores de Set

Las Serpientes gustan de hacer creer al resto de clanes que, al igual que los Assamitas, son marginados de la sociedad Cainita, que no les importa lo que los príncipes o los señores piensen de ellos. La verdad, sin embargo, es que los Setitas están demasiado atrapados en la sociedad como para permanecer ajenos a ella. Debido a su manifiesto odio hacia los otros Cainitas, pocos Setitas se embarcan en una cruzada violenta contra el sistema (aunque aquellos que lo hacen son temiblemente eficaces).

Muchos Setitas tratan de mostrar su superioridad con respecto a los Cainitas que ostentan el poder entre los Altos Clanes mediante el cuidadoso uso del tráfico de influencias, el soborno y la adicción. Sin embargo, la verdad es que mientras que la mayoría de Setitas nunca lo admitirá, un buen número se desvía del camino para ser útiles, incluso indispensables, para los antiguos que les rodean. Aseguran, por supuesto, que utilizan sus talentos para corromper a otros Cainitas pero en muchos casos se incluye un elemento de temor. Los Setitas se saben ampliamente odiados por los demás clanes, y el Setita que no sea útil para alguien se encuentra en un grave peligro por la única razón de su ascendencia.

Tremere

Los Usurpadores gozan de una posición única en la sociedad Cainita. Es posible que los otros Bajos Clanes no tengan una especial predilección por sus posiciones dentro de la casta más baja y que muchos de ellos traten de remediar esto desde un punto de vista individual, pero siempre acaban aceptando que los primeros malditos siempre ostentarán la mayoría del poder, y que todo lo que logren acometer ante esa fundamental puede considerarse una victoria.

Sin embargo, los Tremere rechazan el puesto que se les ha asignado. Están convencidos de que pertenecen a lo más alto de lo alto, a la altura e incluso por encima de los Lasombra y los Ventrue. Se les considera Bajo Clan no por qué o quiénes sean, sino sencillamente porque llegaron tarde al baile, y eso no les hace nada felices. También a diferencia de los demás clanes, los Tremere tienden a pensar en el progresó del clan en su conjunto, y no sólo desde un punto de vista individual (cosa que en absoluto elimina la adición personal de la ecuación, por supuesto) Así si bien es posible que un Usurpador en su calidad individual se esconda de un príncipe local por varias razones, para los Tremere no es aceptable permanecer, al margen de la sociedad Cainita y las arenas políticas sociales a largo plazo.

De igual forma los antiguos del clan se sienten irritados cada vez que un Tremere intenta destruir el sistema político o feudal de los Cainitas (a fin de cuentas se trata de demostrar que están a la altura de los Altos Clanes), aunque oponerse a determinados príncipes, señores o clanes enteros es perfectamente aceptable.

La abrumadora mayoría de los Tremere compite contra Cainitas de los Altos Clanes por los puestos de poder o prestan servicio a los mismos primeros malditos para probar su capacidad y fiabilidad. Esto podría indicar una división relativamente equilibrada entre desafío y servilismo, pero dado que incluso aquellos que sirven lo hacen con intención de ganar poder más que para evitar la persecución, las tendencias del clan están fuertemente decantadas hacia el ambicioso desafío.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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