El tratado de Tiro y la Maldición Tremere

Considerando que nosotros, los antiguos y Vástagos de los clanes Ventrue, Tremere, Toreador, Nosferatu, Gangrel,Brujah y Malkavian reunidos en Hermandad y Fe Mutua ya partir de ahora conocidos como la Camarilla, siendo los Verdaderos y únicos Herederos Legítimos del Estado de Caín, deseamos un final a las ilegales y diabolistas Prácticas de los Rebeldes a partir de ahora conocidos como el clan Assamita.

Y considerando que el citado clan Assamita desea que la Camarilla retire su Mano de la Completa y definitiva Extinción del clan Assamita.

Así sea acordado entre todas las Partes, firmado y atestiguado que a partir de ahora los siguientes Artículos permanecerán como atadura entre todas las Partes y su Progenie y sus Servidores, desde esta fecha a perpetuidad.

Desde 1486, año en que fue convocada una Caza de Sangre contra los Assamitas, todos los clanes de la Camarilla trataron de destruir a los Asesinos y poner fin a sus prácticas de diablerie y su alianza con los anarquistas. Sin embargo, la verdadera razón residía en el temor extendido hacia el clan y en la incapacidad de la Camarilla para controlar a las distintas facciones que habían llevado a la contratación de asesinos Assamitas sin considerar el poder que estaba recibiendo este enemigo potencial.

El Movimiento Anarquista fue derrotado en 1493, y en octubre de ese mismo año se celebró en la aldea de Thorns, en Inglaterra, una reunión que oficialmente puso fin a las Guerras Assamitas y controló la amenaza Assamita. En 1493 en Thorns se encontraban los antiguos Hussein, Karif al-Numair e Izhim abd-Azrael.

La Camarilla recuerda este momento como la subyugación de los Assamitas. Cinco guerreros habían sido traicionados y capturados por los Brujah de Barcelona. A causa de su poder, la Camarilla creyó que se trataba de antiguos muy bien situados, pero sólo eran los miembros de una célula Assamita que había estado presente en España durante dos siglos.

Sin embargo, los Assamitas sitúan el final de la guerra y el comienzo del período conocido como Héjira en 1496, con la firma del Tratado de Tiro. Para ellos los acuerdos de la Convención de Thorns no eran vinculantes.

Habían sufrido varias derrotas, un ejército mortal dirigido por el general Selim, uno de los peones de la Camarilla, casi descubrió el paradero de Alamut, la propia fortaleza había sufrido varios ataques mágicos y finalmente, en 1495 un explorador Nosferatu fue capturado en el mismo corazón de Alamut. Si uno de los Cainitas de la Camarilla había podido encontrar la fortaleza otros también podrían. El Más Antiguo se dio cuenta de que ya no podía ganar más tiempo y ordenó a los emisarios que negociaban con la Camarilla en aquellos momentos que aceptaran la rendición completa.

Por lo que al clan concierne, tampoco hubo tratado hasta que el documento fue firmado en 1496 en la ciudad de Tiro por el Más Antiguo de Alamut y una representación de los Hijos de Haqim, cuyo portavoz era Antara de Egipto. El antiguo Guerrero Izhim abd’ Azrael discutió con Hardestadt el representante Ventrue de la Camarilla y finalmente incitado por sus provocaciones le respondió: “Llegará un tiempo, Ventrue, en el que el juego manejará a sus jugadores.”

Aunque la Camarilla considera que se trató de una confirmación de la Convención de Thorns, para los Assamitas el único acuerdo que debían respetar fue el Tratado de Tiro.

Hay una copia del mismo en Alamut, en la biblioteca del Más Antiguo, y cada clan de la Camarilla también recibió una copia. Desde su firma prácticamente todas las cláusulas fueron violadas en un momento u otro.

Las cláusulas principales del Tratado de Tiro son las siguientes:

El clan Assamita se abstendrá de tomar la Sangre de otros Vástagos, y como garantía
de esta clausula se someterá a un ritual administrado por los antiguos del clan Tremere, a través del cual la sangre de la Estirpe será venenosa para ellos.

Los Tremere lanzaron una maldición sobre el clan Assamita. En apenas una semana todos los Hijos de Haqim fueron azotados por una agonía entumecedora y al despertarse eran incapaces de consumir la sangre de los demás clanes (o incluso de los vampiros sin linaje) sin correr el riesgo del letargo o de la Muerte Definitiva. Esta maldición causó gran sorpresa y terror. Nadie sabía como los Tremere habían conseguido ejecutar un hechizo de poder semejante.

Los Hijos exigieron una explicación al Más Antiguo y el consejo de los antiguos del clan lo señaló como el culpable de la humillación sufrida. En una solemne ceremonia bajo el techo envuelto en nubes del Gran Salón el Más Antiguo renunció al Trono Negro.

Durante el último acto el Más Antiguo encargó a su sucesor, Jamal, el Califa de los herreros, que redimiera a los Hijos de Haqim de su fracaso. Entonces Jamalle arrebató la sangre al Más Antiguo y subió al Trono Negro. Había comenzado la Héjira del clan.

La Camarilla se sintió satisfecha con los efectos de este hechizo, pero con el tiempo se daría cuenta de que no todos los Assamitas habían sido afectados, pues una importante minoría de Guerreros renegados del clan se había unido al Sabbat y mantenía su sed de sangre. En teoría el primer artículo del Tratado de Tiro también pondría en entredicho el pago en sangre a los Assamitas, pero la Camarilla descuidó su aplicación desconociendo los beneficios que los Assamitas podían obtener de la sangre de otros vampiros en sus rituales alquímicos y mágicos.

El clan Assamita permanecerá pacíficamente en el territorio cedido para ellos por la Camarilla, y que han reclamado históricamente como propio. No buscarán expansión fuera de su territorio, ni permitirán cualquier inquietud de sus mortales al expandirse a otras áreas. No viajarán individualmente ni en grupos fuera de sus territorios, ni tendrán criados ni servidores de ningún tipo que viajen al exterior en su nombre. Los Príncipes de la Camarilla tienen el derecho perpetuo a convocar Caza de Sangre contra cualquier Assamita o Assamitas dentro de sus feudos, y no necesitan dar más razón para tal Caza de Sangre que la pertenencia a la línea de sangre Assamita.

Este artículo fue desobedecido más que cualquier otro; cada bando acusó al contrario de haberlo violado primero y terminó por convertirse en papel mojado. La Camarilla continuó enviando expediciones a Oriente Medio en busca de la fortaleza de Alamut. Por el lado contrario, los Assamitas continuaron fomentando la expansión de los turcos otomanos en Europa, que sólo se detuvo ante las puertas de Viena, en 1529, sembrando el terror en los corazones de los Tremere.

Además, los vampiros de la Camarilla y del Sabbat continuaron contratando los servicios de los asesinos Assamitas para deshacerse de sus adversarios, lo que los llevó fuera de su territorio.

A pesar de su derecho para convocar Cazas de Sangre contra los Assamitas los príncipes de la Camarilla casi nunca recurrían al mismo, debido a la utilidad de los Asesinos y sobre todo por el temor a enfrentarse en solitario a las represalias de Alamut.

Las defensas de la fortaleza de Alamut serán desmanteladas hasta el punto de que la fortaleza no pueda soportar un asedio o cualquier otro ataque de las fuerzas de la Camarilla. El clan Assamita permitirá que observadores de la Camarilla verifiquen el cumplimiento de esta clausula. Además, cualquier Re fortificación de Alamut o cualquier intento por establecer una nueva fortificación en otro lugar, estará en conflicto con este Tratado, pudiendo ser declarada una Caza de Sangre a escala mundial contra aquellos que lo incumplieren.

La fortaleza de Alamut fue ciertamente desmantelada en concordancia con el Tratado … en el plano mortal, y el castillo que antaño había pertenecido al Falso Haqim quedó en ruinas. Los Assamitas mantuvieron oculta la ubicación de su verdadera fortaleza y sus defensas. Los clanes de la Camarilla no dijeron nada, y nadie esperaba seriamente que los Assamitas no intentaran establecer una base en otro lugar. Las amenazas de una Caza de Sangre a nivel mundial se convirtieron en palabras vacías, pues los Vástagos de la Camarilla no querían soportar la larga y costosa guerra que hubiera sido necesaria para destruir el clan… salvo en la más extrema necesidad. No obstante, en distintas ocasiones trataron de encontrar el paradero de Alamut corno salvaguarda frente a la amenaza latente de los Asesinos.

La Camarilla se compromete a cesar toda acción contra el clan Assamita y a no violar las fronteras del territorio acordado sin la sanción de un Cónclave en pleno de la Camarilla. Los Clanes de la Camarilla acuerdan que no pretenderán por más tiempo emplear a miembros del clan Assamita como asesinos a sueldo, y aquéllos que violen esta cláusula perderán la protección de sus Clanes y podrán ser objeto de una Caza de Sangre. El clan Assamita se compromete a cesar cualquier actividad de sus miembros como asesinos a sueldo.

En la política vampírica sucede lo mismo que en la mortal. Esta cláusula del Tratado de Tiro sería incumplida con tanta frecuencia que terminaría por adquirir un significado contrario. La Camarilla no dudó en utilizar a asesinos Assamitas contra sus enemigos, constituyendo una herramienta demasiado útil como para ser ignorada.

Asimismo, la Camarilla no tuvo escrúpulos en invadir el territorio de los Assamitas ni en destruir sus fortalezas cuando lo estimó necesario, sobre todo durante el siglo XIX y durante el auge de la colonización en África y Asia.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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