Relato – Sensaciones

Después de la ducha, me deslicé por los pasillos oscuros de mi refugio. La tenue luz en la calle parpadeaba, arrojando sombras inquietantes sobre las paredes. Mi piel pálida y mis ojos reflejaban la fatiga y el dolor que me habían consumido durante el día. Había sido secuestrada por un Lasombra poderoso, arrastrada a un lugar desconocido y forzada a beber su sangre. El sabor metálico aún persistía en mi boca, y los lazos creados por ese acto no podían romperse fácilmente. La conexión entre nosotras era intensa, como si nuestras almas estuvieran entrelazadas en un abrazo eterno. Llegué a mi alcoba, una habitación decorada al estilo Art Nouveau con cortinas de terciopelo que oscurecían las ventanas. me dejé caer en la cama, sintiendo el peso de los siglos sobre mis hombros. Las imágenes del secuestro y la sangre seguían atormentándome. Cerré los ojos y me concentré en mi respiración,…

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Relato – Artesanos

“Así es. Pobre Marianna, buscando a su marido, sola en el ancho mundo”, respondió Paulo, mostrando desprecio y amargura en su tono burlón. Isouda se giró hacia el Magister, que estaba sentado tranquilamente en su lado habitual frente al tablero de ajedrez. Sus rasgos patricios nunca dejaban de llamarle la atención, aunque estuviera enfadada con él. Sin embargo, no era momento de disfrutar de su belleza. “Cuando pierdas a un ser querido y comprendas ese pesar podrás reírte de la desgracia ajena. Me perdonarás si no me uno a ti en tu chanza; Marianna es una hermana tanto por Dios como por mi clan, por muy ridículo que eso te parezca”. “Por supuesto, mi dama. Mis disculpas”. Avanzó una casilla el peón del rey blanco y la miró expectante. La mujer volvió a fruncir el ceño (la falta de sinceridad de su disculpa no quedaría así, pero se ocuparía de…

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Relató – Las Serpientes

Hubo un débil movimiento a espaldas de Ankhesenaten, en la cámara principal de la tienda. Este reconoció las pisadas sigilosas de Goreb, su guardaespaldas en jefe. Con otra genuflexión, Ankhesenaten retrocedió atravesando la estrecha entrada de la cámara y se volvió hacia sus siervos reunidos allí. La cámara principal de la tienda se dedicaba a los asuntos mundanos del día, dispuesta como cualquier otra en un mercado en Francia: presidida por un brasero inclinado rodeado por sillas bajas de madera y taburetes alrededor. En una esquina trasera se encontraban una mesa pequeña y una silla de respaldo alto, para anotar en los libros y hacer cuentas. A lo largo de las paredes se amontonaban cofres de cedro y hierro. En la parte de atrás de la tienda, tras pesados cortinajes, se encontraba también una cama plegable cubierta de mantas y pieles. Cuando el mundo creía que Ankhesenaten dormía, un guardaespaldas…

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Relato – Gangrel

Johannus paladeó el miedo que corría por las ramas retorcidas, nudosas y la maleza del bosque negro, casi podía saborear también el pánico de su presa. Pronto podría hacerlo. El leñador estaba a unos cien pasos, empujando ramas y tropezando con los troncos con gran estruendo, intentando huir inútilmente. Johannus podría alcanzarle en un segundo y lo sabía, pero en lugar de eso, quería disfrutar de la caza. Después de todo, este no era un leñador corriente, se trataba de Wilhelm el Fuerte, el que disfrutaba tanto aterrorizando a los niños del pueblo. A los pequeños les contaba historias de los grandes lobos que se comían a los bebés y a sus madres. A los mayores los llevaba con él a los bosques, supuestamente para enseñarles su oficio, y los utilizaba para sus propios placeres. En algunos casos, su placer era mero terror: les prometía asesinarlos, los perseguía por los…

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Relato Concurso – “A todos, tarde o temprano, nos llega la hora de decir adios”

Estimados a continuación tengo el grato placer de compartir con ustedes el relato ganador del I Concurso de Relatos de Sociedad Nocturna – Secretos Oscuros, el mismo fue escrito por Jose González (Alias el Titere). Por favor disfruten del mismo. “A todos, tarde o temprano, nos llega la hora de decir adiós” (Cuento de Changeling, el Ensueño) La noche estaba vacía. Triste y gris, coloreada por los falsos humores del verano. El muchacho arqueó la espalda y se recostó contra el sofá, los ojos aparentemente fijos en los balcones abandonados del edificio que asomaba tras la ventana. Detrás del cristal sucio había un mundo que no despertaba ya ningún interés. En su interior, una idea se repetía en su mente como chicle mascado, una y otra vez, pero no acertaba a bloquearla, no conseguía fijarla en su totalidad. Sólo sabía que había un agujero negro en su cabeza, algo importante…

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Kyoko Shinsegawa, el Azote

Siendo al mismo tiempo aristócratas corruptos y justos pastores de los depredadores, los miembros de esta secta se acercan más y más al borde del abismo cada noche. Aunque aprieta los puños cada vez con más fuerza, los vampiros se escapan de ella como granos de arena. Trasfondo: uno de los gaijin se interesó en Kyoko desde el primer momento en que la vio, demostrando ser la total maldición de la muchacha. Un enviado de visita para los Bishamon uji, Friedrich Kreizer representaba al clan Tremere en un desesperado intento de establecer una capilla en Kyoto, Japón. Durante décadas los Brujos habían mostrado una fascinación con la magia feng shui que poseen los geomantes Kuei-jin. Afirmando ser un experto en materias de cultura oriental, Kreizer negoció una comisión diplomática con la misteriosa Estirpe de Oriente. Cuando se reveló la verdad, se demostró que no tenía mucho conocimiento de las maneras…

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Via Serpentis: El Camino del Tifon

Una relato de como se comportan los seguidores de este camino o vía, te servirá para comprender mucho mas de ellos si solo leísteis el manual básico de Vampiro Edad Oscura, debido a que en dicho libro la descripción es muy pobre. Espero que te sirve tanto como a mi para comprender como funciona. Via Serpentis: El Camino del Tifon “¿Que quieres?”, Preguntó el extraño. Su sonrisa era cálida y amistosa; sus ojos oscuros resplandecían con traviesa camaradería. “Todo el mundo quiere algo. ¿Cuál es tu deseo secreto?”. La luna llena sobre Damasco bañaba de plata las calles vacías. En algún lugar a lo lejos, se alzó una voz para caer de nuevo… uno de los guardias del sultán, dando la novedad. El desconocido y yo estábamos sentados sobre el tejado del palacio, perdidas en la sombra. Me había abordado mientras buscaba un acceso a los archivos del palacio. Al…

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Relato Sardum – David contra Goliath

Otro de los mejores relatos del concurso del mes de Marzo del 2005. Espero que lo disfruten tanto como nosotros. Aún recuerdo la Primera vez… que alguien no me tomó en serio. Despierto, pero es de noche. Como los últimos años, como parece que será siempre. La cama está fría, aunque en la habitación se está agradablemente caliente. Alargo mi brazo, y toco algo gélido, sobresaltándome. La luz de la mesilla ilumina un cuerpo de mujer, acostada de lado, de tal manera que me da la espalda. Parece muerta. Le volteo el cuerpo, y me sorprendo al ver un rostro bello, joven, desnudo y lleno de vida… hasta ahora. Lo peor es que no recuerdo qué hago aquí, ni quien es la chica, ni mucho menos cómo ha podido suceder algo tan horrible. Intento incorporarme, pero un dolor agudo en el pecho me revela que he estado estacado hasta hace…

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Relato Luca Vizjerei – David contra Goliath

Otro de los mejores relatos del concurso del mes de Marzo del 2005. Espero que lo disfruten tanto como nosotros. -Puedo escuchar la voz, puedo escuchar su voz dentro de mí.- Mientras duermo puedo escuchar la voz, Recordar la muerte que anoche sentí. Despierto, y le busco alrededor, Es inútil, aún está dentro de mí. Me levanto de la cama, renegando del dolor, Me arrodillo, rezo, pienso en lo que ví… Quizá así, no lo se, halle una solución Pero nada podré hacer, por el alma que perdí. Es hora de abandonar, dejar ya de vivir, Dibujar el último aliento en mi corazón. Imaginar en mis labios, sonrisa de amor, Pues ya no existe el tiempo: ha cesado su latir. Caigo, ahora quema la mañana. Lloro, pues mi vida apagaste. Caigo, de mi ya no queda nada. Duele, pues ya poco puede hacerse. Lloro, en el pecho y en el…

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