Vlad Tepes, “Vlad el Empalador”

Vlad Tepes, “Vlad el Empalador”, conocido en el mundo entero como Drácula, nació en Rumania (1428-1476). Hijo de Vlad Dracul (caballero de la orden del dragón – 1431) y nieto de Mircea el Grande, soberano de Velaquia (1368-1418) fue uno de los príncipes rumanos que por sus diversas hazañas y su nada corriente personalidad, llamó la atención y ocasiono el interés de forma muy especial no solo de sus contemporáneos sino también de la historia y literatura actuales. Para algunos historiadores del tema, Drácula fue un heroico defensor de los intereses e independencia de su país y del cristianismo, mientras que para otros se trataba de un caso patológico, el de alguien que torturaba, atormentaba y por supuesto mataba para divertirse, por puro placer. Fue uno de los tres hijos legítimos de Vlad “El Diablo”, príncipe de Velaquia (antiguo principado danubiano, que formo con Moldavia el reino de Rumania). Hoy…

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Vlad Tepes: Drácula. Primera Parte

Y cuando caímos juntos, toda nuestra carne era como un velo. Que tuve que apartar para ver a la serpiente comerse la cola. Algunas mujeres esperan a Jesús, y algunas a Caín. Por lo que cuelgo mi altar y alzo mi hacha de nuevo. Y llevo al que me encuentra al lugar donde todo empezó. Cuando Jesús era la luna de miel y Caín tan sólo un hombre. Y leemos de complacientes Biblias encuadernadas en sangre y piel. Que el vacío está reuniendo de nuevo a todos sus hijos. – Leonar Cohen, “Last Year’s Man” “Ninguna historia de terror nos atemoriza hasta la medula como el mito de Drácula. Todo aquello que consideramos malvado, perverso y aterradoramente seductor acecha tras su regio porte y su colmilluda sonrisa. Mucha gente cree que Drácula solo existió en la ficción. Pocos saben que fue un príncipe de carne y hueso, que gobernó Transilvania…

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Malgorzata, la conspiradora.

Habitantes de Ceoris: Malgorzata, la conspiradora. Malgorzata, de nombre real Malana, trabajó durante los primeros años de su vida como sirviente de la gleba para los ocupadores magiares que invadieron Rumania y despojaron a su familia de su noble rango. Sus padres podrían haber conservado su posición si hubiesen accedido a renunciar a su fe ortodoxa para convertirse a la occidental de los magiares.Aun cuando la niña, como sexta primogénita, habría disfrutado tan sólo de una posición marginal si no se hubiese producido la invasión magiar, los padres de Malgorzata alimentaron en ella una profunda sensación de pesar. Le inculcaron que había sido despojada de su verdadero destino…

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