• 25 Aniversario

Guerras Luchadas y Guerras Perdidas

La humanidad se ha extendido desde sus asentamientos como la mala hierba en una pradera, y los Garou la han observado. Lucharon contra el Wyrm siempre que fue necesario, pero durante muchos años el Wyrm y la Tejedora fueron amenazas relativamente ocasionales. Los hombres lobo se hirieron luchando entre ellos más a menudo que contra nada que pudiera lanzarles el Destructor. Los clanes lucharon por los mejores territorios de caza, por los Túmulos más poderosos o, simplemente, por la gloria del combate. Una Tribu luchó contra otra, así como los humanos formaron naciones para guerrear contra otras naciones. De forma lenta pero segura, los hombres lobo acabaron identificándose con culturas humanas. Esto tan sólo proporcionó cierto rumbo para las guerras entre clanes o Tribus.

La historia de los Garou es un rico tapiz de poderosos héroes y trágicos errores. Muchas de las leyendas que aún cuenta la humanidad tienen análogos en la tradición de los hombres lobo. ¿Cuál es “verdadera”? ¿Fue Beowulf un poderoso guerrero que luchó contra un monstruo o un Colmillo Plateado que venció a una criatura del Wyrm? ¿Llamó Elías a osas para asesinar a los hijos de quienes se burlaron de él en nombre de Dios o fue una monstruosidad no muerta que fue derrotada finalmente por los Caminantes Silenciosos?

Cada una de las Tribus del Pueblo tiene leyendas que los pintan como virtuosos, valientes y justos. Asimismo, las Tribus cuentan historias acerca del resto de Tribus que pintan a sus rivales bajo una luz menos amable. No obstante, los Garou están de acuerdo en algunos momentos históricos.

El Nacimiento de las Ciudades

Si hubo un momento en toda la historia humana en el que los Garou pudieron haberse establecido como la especie dominante, probablemente fue el momento en el que los humanos construyeron refugios unos cerca de otros para permanecer en un mismo lugar. Se podría rastrear el origen de la agricultura, las carreteras, el comercio y, por último, la burocracia, la superpoblación, la pobreza y todas las cosas que vienen de la vida urbana hasta ese momento. Los historiadores entre los Garou dicen en broma que la Tejedora ganó el día en que los humanos construyeron la primera carretera.

La historia oral de los Garou data de las primeras ciudades; narra historias de Babilonia, Uruk y, después, Roma.

Cuentan, una vez tras otra, las leyendas acerca de cómo las Arañas de la Urdimbre pasaron en pocos años de ser sirvientes menores del orden y la construcción a transformarse en enloquecidas y abotargadas criaturas empeñadas en convertirlo todo a su alrededor en piedra y ley. Lo peor es que los antiguos cuentos de estas ciudades dejan muy claro que la Tejedora no fue la única criatura que se fortaleció gracias a la decisión de la humanidad de construir nidos.

Los vampiros aman la densidad de población; hace más fáciles su depredaciones y los ayuda a camuflarse. Espíritus que simplemente no habían existido hasta entonces podían alimentarse indefinidamente de los sentimientos y eventos de una ciudad, y esto incluía a las Perdiciones. Si los Garou se hubieran alzado y arrasado cada asentamiento humano, ¿habrían salvado el mundo? Los Garou modernos en ocasiones hablan poéticamente acerca de este paraíso puro en el que la humanidad nunca abandonó sus raíces de cazadores-recolectores. Los Moradores del Cristal no suelen molestarse en responder a esta fantasía cuando la dicen los Garou Lupus, pero recuerdan a los Homínidos que sin la civilización no existiría ninguna de las comodidades que encontraban tan confortables antes de que Gaia los llamara a su servicio.

Aún más, los Garou se aparearon con los ciudadanos de Babilonia. Los Colmillos Plateados se jactan de que varias de sus familias pueden remontar su linaje hasta Roma, y los Caminantes Silenciosos (aunque es un tema doloroso) dicen tener sangre real de Egipto. Los hombres lobo nunca han tenido ningún problema para escoger parejas de entre los más fuertes, más inteligentes y mejores de la humanidad; y, en los primeros días de la civilización, aquellas personas fueron quienes construyeron las ciudades. Incluso si los Garras Rojas instaron a la completa destrucción, lo que probablemente hicieron, la situación no era tan sencilla.

La Caída de los Aulladores Blancos

Los Aulladores Blancos fueron una Tribu de Garou conocida por enviar a sus Cachorros a los más profundos pozos del Wyrm para combatir al mal que allí moraba. Valientes, firmes y no muy cautos, los Aulladores reclamaban su territorio tribal en lo que hoy es Escocia. Su Parentela fueron los pictos, las gentes nativas de la región.

Durante años, su hábito de enviar a jóvenes Garou a combatir a los más profundos pozos del Wyrm se cobró su precio. Según su poder tribal disminuía, su Parentela humana perdía influencia sobre sus tierras natales. Finalmente, en el siglo I, los Aulladores Blancos al completo descendieron a las peores partes de la Umbra, supuestamente para matar al Wyrm golpeando en su corazón Los Aulladores Blancos nunca emergieron. Lo que surgió fue una Tribu de hombres lobo rotos, locos, llenos de tumores y completamente mezquinos. Eran los Danzantes de la Espiral Negra y llegarían a ser los más fieles servidores del Wyrm y los enemigos más odiados de los Garou.

El Pueblo cuenta historias acerca de los Aulladores Blancos en los tiempos actuales, pero ningún hombre lobo vivo se ha encontrado con ninguno ni tiene conocimiento sobre lo que soportó la Tribu ni de cómo realizaban sus rituales. Los Garou aún idealizan de manera romántica la valentía y fortaleza de los Aulladores porque no desean admitir que llevar la lucha hasta el Wyrm es algo más que una misión suicida. Es también una oportunidad del enemigo para reclutar.

Las profecías de Sombras

En los siglos xii y xiii, diez Tribus de hombres lobo luchaban por la posición, el poder y la gloria por toda Europa. La Tribu que finalmente se transformaría en los Moradores del Cristal aún se llamaba los Protectores del Hombre, mientras que las Tribus Puras y los Contemplaestrellas no se reincorporarían a la Nación Garou hasta pasados muchos años. Los Garou lucharon contra el Wyrm y sus esbirros, naturalmente, pero aún existían vastas extensiones de tierra y manadas de lobos en Europa y era posible que un clan de hombres lobo estuviera años sin enfrentarse a una seria amenaza por parte del Wyrm o la Tejedora.

En 1230, un Theurge Garra Roja llamado Canciones de Sombra emergió de la Umbra y viajó por toda Europa, deteniéndose en cada clan por el que pasaba y entregando diez profecías para diez Tribus. En ese tiempo, las profecías de Sombra no parecieron inmediatas o importantes (se referían a graves eventos en el futuro) pero Canciones de Sombra no fue concreto acerca de cuándo serían relevantes estas visiones en el futuro ni, de hecho, acerca de cualquier detalle en absoluto. Simplemente, las repetía y se marchaba, y nunca más se supo de él.

En tiempos modernos, unos pocos historiadores Garou recuerdan que existieron estas profecías, y los cronistas de los Colmillos Plateados y de los Señores de la Sombra supuestamente tienen transcripciones de todas ellas. Pero ninguna Tribu o clan puede ponerse de acuerdo sobre si las profecías se cumplieron, si las Tribus hicieron lo que se suponía que debían de hacer, o si, para empezar, las profecías eran ciertas.

Sin embargo, a medida que el Wyrm se hace más poderoso, un pequeño grupo de hombres lobo se pregunta si no se podrían encontrar algunas respuestas en estas visiones.

La Caída de los Croatanos

Los Croatanos fueron una vez una Tribu de Garou, situados junto a los Uktena y los Wendigo como las denominadas “Tribus Puras”. Honorables y justos, protegieron a su pueblo de la amenaza de la enfermedad y la invasión tan bien como pudieron cuando el hombre blanco llegó a las Américas.

A pesar de que podrían haber sobrevivido como hicieron sus Tribus hermanas, escogieron luchar contra una de las manifestaciones del Wyrm: el Devorador-de-Almas. Esta criatura obtuvo suficiente poder del hambre y la enfermedad rampante en el Nuevo Mundo para romper la Celosía y entrar en el mundo físico.

En la colonia de Roanoke de la costa de Carolina del Norte, los Croatanos se sacrificaron al completo para proteger sus tierras natales de ese monstruo. La Tribu desapareció en una sola noche, pero, al contrario que los Aulladores Blancos, los Croatanos no fueron corrompidos o forzados a la servidumbre. Por qué y cómo sucedió esto es alimento para miles de canciones de los Garou, pero el resultado es simple: los Croatanos perecieron, dejando tras de sí tan sólo algunas marcas para probar su existencia. A día de hoy, el nombre “Croatano” se pronuncia con gran reverencia, especialmente entre los Wendigo y Uktena. Aunque la destrucción de los Croatanos es trágica, aún da esperanza a los Garou. Después de todo, si se puede matar al Devorador-de-Almas, puede que el Wyrm mismo pueda caer, aunque el trabajo se lleve la vida de todos los Garou.

La Guerra de las Lagrimas

El continente australiano sufrió por culpa del contacto con otras tierras, sobre todo en lo que concierne a sus pueblos nativos. Mientras los europeos introducían especies extranjeras e invasivas en Australia, alterando irreparablemente el ecosistema, los Garou descubrieron a los licántropos nativos, los Bunyip. Esta Tribu de Garou obtenía su Parentela lupina de los tilacinos o lobos de Tasmania.

Más pequeños que otros hombres lobo, sirvieron como los protectores de la Umbra de Australia, a la que llamaban “Tiempo del Sueño”, hasta donde alcanzaba su memoria. Pero, como sus primos humanos, los Garou extranjeros cometieron horribles errores. Los Danzantes de la Espiral Negra los manipularon para que declararan una cacería contra los Bunyip, y los hombres lobo europeos, más numerosos y en comparación más fuertes, los cazaron y masacraron.

Sólo después de que el último Bunyip hubo muerto, los Danzantes revelaron su papel en la Guerra de las Lágrimas y en la destrucción de otra de las Tribus.

La Revolución Industrial

A medida que la humanidad aumentaba su dependencia de la mecanización y la industria, las telarañas de la Tejedora se hacían más fuertes. Fábricas y talleres eran objetivos comunes para manadas en busca de gloria, pero a menudo eran trampas mortales. Poderosos espíritus de la Tejedora hilaron telarañas de hierro alrededor de distritos enteros y cada trabajador les servía como ojos y oídos. El Wyrm no estaba muy lejos, ya que la miseria y pobreza de los desafortunados trabajadores, por no hablar de la avaricia y egoísmo de los supervisores, alimentó los apetitos de las Perdiciones y de otros sirvientes del Corruptor. En la Era Industrial, los Garou se enfrentaron a enemigos que no podían matar. El enemigo no era un monstruo o un espíritu; era un movimiento y un creciente sentimiento de apatía entre la gente.

El Salvaje Oeste

Australia, por supuesto, no fue el único continente que vio invasores, tanto humanos como Garou. Los europeos se expandieron a través de Norteamérica como una plaga de cucarachas, reclamando cualquier territorio que les gustara y expulsando a los nativos. Y, por mucho que a los hombres lobo les guste pensar que están por encima de la filosofía humana y sus ansias expansionistas, la Camada, los Fianna, los Señores de la Sombra, los Colmillos Plateados y los Moradores del Cristal (llamados Jinetes de Hierro por aquel entonces) estuvieron junto a su Parentela humana.

Lucharon contra los Garou nativos, expulsándolos de sus clanes y alejándolos de sus Túmulos, reclamando los lugares de poder que las Tribus Puras habían poseído durante siglos. El Oeste sin ley fue un campo de batalla durante décadas. Los Garou nativos americanos y europeos se enfrentaron unos con otros, contra los cazadores humanos que sabían la verdad sobre los aullidos en la noche, contra vampiros que seguían a sus rebaños humanos y, por supuesto, contra criaturas del Wyrm felices de poder aprovecharse de la carnicería y el miedo. Sin un orden o gobierno consistente, pocas cosas ponían límites a la violencia de lo sobrenatural.

Por supuesto, la civilización, o al menos la industria, llegó finalmente al Oeste. Los Garou consiguieron crear parcelas de territorio para sus clanes, pero, con el tiempo, más y más de estas áreas fueron sobreexplotadas, machacadas y asfaltadas. Dicho esto, no todos los participantes en el Salvaje Oeste están muertos y enterrados. Espíritus, vampiros y otras criaturas bendecidas con esperanzas de vida sobrenaturalmente largas bien pueden recordar a los Garou que merodeaban por Dodge, Tombstone y Oklahoma, y los descendientes de esos hombres lobo pueden ser objetivos de su venganza.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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