Los sueños de Arcadia han acosado a los humanos dormidos desde antes de que se relatasen historias, pero sólo unas pocas almas ilusas aseguran haberla visitado. El Portal de Arcadia no es la encantada tierra de las hadas. La propia Arcadia es demasiado alienígena y efimérica para sobrevivir en los Reinos Próximos, pero pocos niegan que el Portal de Arcadia tiene alguna conexión con la patria de la Buena Gente. Algunos insisten en que el reino es un camino literal que lleva a Arcadia (un paseo palaciego adoquinado con pesadillas y flanqueado por setos esculpidos en las formas del amor, la belleza y el honor), aunque sólo si el héroe que la busca puede encontrar la puerta.
Otros creen que tal umbral no existe en el Portal, pero que antaño el reino fue habitado por las hadas y por ello podría albergar pistas sobre la auténtica localización de Arcadia. En cualquier caso, el Portal de Arcadia late con energía del Kaos que incluso hoy se cuela en los humanos mientras duermen. Los sueños primordiales que inspira ayudan a ralentizar la calcificación y la decadencia que la Tejedora y el Wyrm causan en el inconsciente colectivo de la humanidad. Si los eventos en el reino cambian radicalmente su naturaleza o lo destruyen por completo, esto resonará en el mundo físico, y eso sólo ya lo hace digno del interés de los Garou.
La génesis del Portal de Arcadia sigue siendo un misterio. En algunas historias, las hadas vivieron en la Tierra hace milenios, cuando el mundo era joven y estaba lleno de escondrijos y magia caótica. En esos días, la Buena Gente tomaba a humanos como amantes, los cazaba por deporte y los usaba de otras formas como juguetes aptos para los perversos temperamentos y humores de las hadas. Luego la humanidad aprendió a forjar hierro y así se convirtió en una amenaza para las hadas. Unos pocos entre la Buena Gente hicieron la guerra a sus antiguos sirvientes con la esperanza de subyugarlos una vez más, pero todos sus encantamientos se rompieron contra el hierro frío y muchos encontraron una muerte indigna a manos de quienes antaño habían atormentado casualmente por su propia diversión. De las hadas restantes, la mayoría se escondieron. Aún jugaron sus juegos con los mortales, pero lo hicieron simbióticamente con el beneplácito de los humanos o en secreto y en los límites de la civilización.
Un tercer grupo de Buena Gente noble, incluyendo algunas de las hadas más poderosas, determinaron que no se convertirían en sombras en el mundo que merecían gobernar. Si este mundo ya no les servía, crearían uno que sí lo hiciera. Dejaron atrás la Tierra con sus ingobernables mortales y su hierro frío. Hollaron los mundos espirituales durante siglos en su búsqueda. Tal era su poder místico que sus caminos a través de la Umbra forjaron los Pasos que serpentean a través de cada reino. Al final abrieron un portal más allá de la Umbra Próxima a la Umbra Profunda, donde crearon Arcadia con su voluntad. Aunque cerraron el portal tras de sí, parte de la magia feérica permeó hasta la Umbra Próxima y el Portal de Arcadia se formó como una burbuja a su alrededor.
En otras historias, la Buena Gente se originó en Arcadia y vino a la Tierra en busca de nuevos divertimentos. En estas historias, el Portal de Arcadia es el lugar donde la Buena Gente entró en la Umbra Próxima, un puesto de avanzadilla que crearon desde el que observar la Tierra antes de su invasión o ambos.
Es igual de probable, sin embargo, que el Portal de Arcadia sea simplemente un reflejo de los sueños de los mortales sobre las hadas; un eco de las depredaciones de la Buena Gente en los siglos antes del descubrimiento del hierro que aún duele en el inconsciente colectivo de la humanidad. Conforme esos recuerdos ancestrales se desvanecen, también lo hacen los sueños que sustentan este reino y las conexiones a través de las que sus energías del Kaos se filtran a los humanos.
Sea cual sea la verdad sobre su origen, las hadas no habitan el Portal de Arcadia. Un puñado de changelings extraviados que se perdieron en un Paso desde la Tierra hicieron un hogar para sí aquí. La gran mayoría de los habitantes del reino son emanaciones que creen ser hadas, pero saben que no pueden existir fuera del Portal de Arcadia. Cuantas más emanaciones descubren que el reino está colapsando a su alrededor, más se extiende el pánico y la desesperación por él.
Luminosos y Oscuros
Los habitantes del Portal de Arcadia pertenecen a una de las dos Cortes: Luminosa u Oscura. Cada una se adhiere a su propio código. Los Luminosos son honorables, nunca olvidan una deuda, veneran la belleza en todas sus formas y creen que el amor lo conquista todo. Los Oscuros enfatizan la pasión, creen en el egoísmo iluminado, crean cambio cuando y donde pueden, e insisten en que el poder no es poder a menos que se use.
Los Oscuros tienen una reputación más tenebrosa, pero la diferencia entre ellos y los Luminosos no es en ningún sentido tan sencilla como «buenos contra malos». Un Redcap Oscuro podría atacar a un forastero por capricho y sin provocación, pero un caballero Luminoso también podría ofenderse por una ruptura de protocolo y desafiar al infractor a un duelo para preservar su honor. Los forasteros encuentran las leyes Luminosas en gran medida incomprensibles, con castigos que suelen parecer arbitrarios e innecesariamente duros. Dado que los Luminosos consideran el castigo una forma de que el criminal restaure su honor, las apelaciones a la piedad de un juez o a circunstancias extenuantes fallan inevitablemente. Para esta Buena Gente, cualquier intento de reducir los castigos exhibe el desdén del acusado por la sagrada virtud.
Igualmente, los miembros de ambas Cortes pueden llevar las bromas y otras travesuras demasiado lejos. Los Luminosos no suelen rebajarse al asesinato directo, pero los accidentes ocurren. Los forasteros no suelen tener recursos legales a menos que un noble Luminoso patrocine su caso. Incluso así, el infractor suele poder invocar oscuros agujeros legales o convencer a los jueces de que actuó en defensa del amor, la belleza o el honor o para pagar una deuda sagrada.
Desde que se puede recordar, la reina Marianna ha reinado sobre la Corte Oscura y lord Lysander sobre la Luminosa. Eso cambió con la súbita desaparición de Lysander hace unos años. Los Luminosos se esfuerzan ahora por mantener el orden en el Portal de Arcadia. El control de Marianna sobre su hacienda y sus súbditos se endurece cada día. Mientras tanto, el concejo que se designó a sí mismo para gobernar en nombre del señor perdido lucha cada día por intentar convencer al resto de la Corte Luminosa de su legitimidad.
SEMILLA DE HISTORIA: EL JUICIO
Un amigo o mentor es acusado de violar una ley del Portal de Arcadia y envía aviso a la manada, suplicando que le ayuden a limpiar su nombre. ¿Puede la manada encontrar evidencias de que su amigo es inocente? Quizás encuentren en cambio algún agujero que impida que le encuentren culpable, como uno que permite un juicio por combate o algún otro desafío contra el acusado: uno para el que la manada se presentará como sus campeones. O quizás la clave es ganarse el favor de un poderoso noble Luminoso con suficiente conocimiento de las leyes de la Buena Gente para asegurarse de que el caso sea desestimado.
Un cuento de invierno
De acuerdo con la leyenda, la Buena Gente se dividió en dos Cortes y compartió el mundo de forma igualada entre ellas. Los Luminosos gobernaban en primavera y verano y los Oscuros en otoño e invierno. El Portal de Arcadia refleja este arreglo, pero de forma literal. El Palacio de Verano se alza cerca del límite oriental del reino, en la costa del Océano de Sueños. La Fortaleza de Invierno marca el extremo occidental del reino.
Más allá se extiende una cordillera infinita conocida como los Dragones, un duro paisaje que los habitantes más atrevidos del Portal de Arcadia casi nunca osan escalar. La primavera y el otoño dividen el espacio entre ambos, con el País del Otoño en el norte y las Tierras de la Primavera en el sur.
Hubo un tiempo en el que cada estación ostentaba una parte equitativa del reino, pero la tierra cambió para reflejar a sus habitantes y ya no es el caso. El invierno y el otoño han crecido desde la desaparición de Lysander y la primavera y el verano han perdido territorio que ostentaban desde que existe el Portal de Arcadia. Aunque esto parecería una llamada de atención para una Corte Luminosa fragmentada, no toda la Buena Gente de la Primavera y el Verano cree que la amenaza sea real. Ni siquiera los habitantes del reino pueden cartografiarlo por pura estimación. Los hitos se mueven con frecuencia o cambian de manera aparentemente aleatoria. Sólo los Señores de la Primavera y la Burguesía Terrateniente del Verano, que han perdido sus feudos ante el otoño y el invierno invasores, parecen sentir la llegada del frío.
SEMILLA DE HISTORIA: EL SEÑOR PERDIDO
La desaparición de lord Lysander del Portal de Arcadia corresponde con eventos problemáticos en la Tierra que indican que el Kaos se está debilitando. Lo que le ocurrió determinará lo que la manada puede hacer al respecto:
Secuestrador feérico: Lysander es el único habitante del Portal de Arcadia que es un noble feérico. La Buena Gente ha decidido retirarse a la Umbra Profunda y dejar la Tierra a su propio destino. Han llamado a lord Lysander a Arcadia para que nadie de su clase se quede atrás cuando la puerta se cierre para siempre. Lysander no está de acuerdo con esta decisión y está tratando de convencer a sus compañeros feéricos de que la Tierra estará pronto lista para la conquista. ¿Realmente desea esclavizar a la humanidad o simplemente es consciente de que la Tierra perderá mucha de su vitalidad si el Portal de Arcadia se cierra para siempre y espera retrasarlo todo lo posible? ¿Qué puede hacer la manada para convencer a los habitantes de Arcadia de que dejar el portal abierto obra en su interés (o para abrirlo aún más)?
Señor retorcido: Lord Lysander nunca dejó el Palacio de Verano. Se niega a conceder audiencias porque la corrupción del Wyrm ha retorcido su cuerpo y alma. Quizás combate el veneno que corre en él pero, a menos que algo le cure, terminará por corromperse más allá de toda recuperación, y con él a todo el Portal de Arcadia. Posiblemente, un enviado del Wyrm ha corrompido a Lysander y ahora se dedica a divertimentos malévolos en lugar de defender las tierras que gobierna. Quizás un malvado consejero aliado con esbirros del Wyrm mantiene a Lysander prisionero en su propio palacio; ya sea con «curas» que mantienen al señor enfermo o con mentiras que le convencen de que no es seguro dejar sus cámaras.
Señor encarcelado: Los enemigos de lord Lysander lo han secuestrado. Quizás miembros de la Corte Oscura se infiltraron en el Palacio de Verano y lo abdujeron o quizás fueron agentes del Wyrm con planes para el Portal de Arcadia o compañeros nobles Luminosos celosos del poder de Lysander. Podría estar prisionero en la Fortaleza de Invierno o en algún otro lugar secreto del Portal de Arcadia. Si lo secuestraron enemigos de fuera del reino, la prisión de lord Lysander podría encontrarse en cualquier parte de la Umbra, incluyendo una celda de hierro frío en Malfeas.
La reina gélida: Corren rumores contradictorios sobre la reina Marianna por todo el Portal de Arcadia. Algunos dicen que tiene un nuevo consejero: un lobo-hombre desfigurado que aviva sus ambiciones y alimenta su paranoia. Otros aseguran que ella espera reemplazar a lord Lysander porque sabe cómo salvar el reino del invierno eterno, pero el indolente e incompetente concejo Luminoso se interpone en su camino. Algunos señalan su creciente interés en los eventos de la Tierra y conjeturan que espera encontrar alguna forma de conquistarla. Otros sospechan que desea localizar y abrir la puerta a Arcadia, la cual cree que lord Lysander ha escondido en alguna parte de los Feudos de Verano.