Brujah – Nuestras Tradiciones Moribundas

Unidad

Es una cruel ironía que Abrazando solo a los pensadores revolucionarios e idealistas nuestros antiguos aseguraran la disensión que ahora nos separa. El clan ya no es mejor que la suma de sus partes. El cambio ha sido gradual, pero la distinción entre los Brujah del pasado y los del futuro se hace cada vez más visible con cada año que pasa. Alipio me dice que nuestras reuniones consistían hace tiempo en brillantes disertaciones y debates políticos, pero desde hace setenta años no he oído hablar de nada parecido. El lamento de los Gerousia añorando noches que ninguno recordamos es ahogado por las disputas de la Gleba con nuestros enemigos y con nosotros mismos.

¡Cuánta estupidez, mi chiquillo! Los antiguos lanzan pequeños suspiros de decepción y regresan a sus refugios, como si esperaran que los jóvenes acudieran a ellos suplicando perdón. Ninguno logra otra cosa que una mayor descomposición.

Creo que los antiguos perdieron demasiados años de su juventud sumidos en la profunda meditación. Pasan sus noches atrapados en recuerdos de la antigüedad, maquinando venganzas que nunca llevan a cabo. No tengo duda de que la fuerza de nuestras creencias es igual a la de nuestros hermanos más jóvenes, pero el miedo a encontrar la Muerte Definitiva atempera el fuego de su voluntad para actuar. La Gleba se cree atrapada en la tradición como los condenados Ventrue y los manipuladores Magister, y no puedo quitarles la razón. La obsesión de nuestros mayores con la reconstrucción de una ciudad perdida en un mundo que no lo tolera aleja a tantos hermanos como a los que atrae. Son poderosos y sabios, pero si los Gerousia quieren reconstruir Cartago tendrán que adaptarse a un mundo 1000 años más viejo que el que conocieron.

No creas que mi opinión se decanta hacia un único bando, Francisco. La Gleba puede ser tan intolerante e intolerable como nuestros antiguos. Discute cada punto por el mero hecho de discutir. ¿Por qué molestarse con la diplomacia cuando la fuerza, la velocidad y los números están a su favor? ¿Por qué lastrarse con las milenarias tradiciones del pasado cuando ya nos han fallado con anterioridad? No se puede culpar a los Gerousia por caracterizar a los chiquillos descarriados como desgracias impulsivas e ignorantes que dilapidan el legado de nuestro clan. En opinión de la Gleba, la habilidad con la espada y el odio hacia la nobleza bastan para garantizar el Abrazo. Un proceso que antes llevaba meses, incluso años, lo consuman en una mera semana. No creo que sepan siquiera por qué luchan.

Esto es en lo que nos hemos convertido. Aunque el clan aún conserva su nombre, la grieta abierta entre los jóvenes y los viejos, la sensación de “nosotros contra ellos”, aún persiste. No soy precisamente un neonato, pero hasta yo encuentro difícil sentir verdadera hermandad con un miembro de clan Abrazado hace tres siglos. A no ser que los que estamos atrapados entre las dos edades forcemos la comprensión y el compromiso, el cisma dentro del clan Brujah terminará por destruirnos. Los lazos que nos atan se aflojan con cada año que pasa. Si algún día llamas a un hermano solicitando su ayuda y no acude a ti, sabrás que nuestro fin está muy cerca.

La Fuerza del Cuerpo, del Foco y de la Mente

Los detractores más cínicos de nuestro clan señalan lo mucho que hemos degenerado en nuestras Disciplinas. ¿Por qué, preguntan, filósofos y eruditos estudian la Potencia y la Celeridad, en vez de capacidades más útiles a sus pretensiones intelectuales? Preguntan si no es un síntoma del fracaso definitivo de nuestro clan el que ahora confiemos en los poderes de la guerra y de la pasión. Lo que estos estúpidos no entienden es que la dedicación de los Brujah a desentrañar el potencial aún oculto de nuestras formas vampíricas es lo que ha hecho de estas Disciplinas lo que son hoy en día.

Siempre hemos sido un clan con un foco. Ya busquemos un saber determinado, experimentemos con una filosofía recién desarrollada o trabajemos para intentar cambiar una sociedad estancada,
nuestra capacidad para concentrarnos en un único objetivo no tiene rival entre los descendientes de Caín A medida que florece la noción de la civilización, los antiguos del clan creen sabio mejorar el cuerpo y ejercitar la mente y los modos de protegerla. Se referían a esta perfección del cuerpo y la mente como Entelequia, la culminación del potencial. Aunque no han sido el límite de nuestro foco, el perfeccionamiento de los poderes Cainitas ha sido una de las grandes pasiones del clan desde las primeras noches. En aquellos tiempos nuestras capacidades aún se estaban desarrollando, y eran tocas. La fuerza de un antiguo podía aplastar a un amigo al saludarle si no tenía cuidado, y su velocidad valía para poco más que correr por el campo. Despistados por esta falta de foco, los Brujah se arrogaron el deber de perfeccionar estas habilidades hasta el punto de dominarlas por completo, enseñando después todo lo que sabían al que quisiera aprender.

Ahora no hace falta un entrenamiento especial para emplear estas artes. Solo los más cerriles no pueden ensillar un caballo o pertrecharse para la guerra a muchas veces la velocidad de un mortal, y todos pueden abrazar a un amante o alzar un portón con la fuerza apropiada a cada situación. Sin embargo, nuestros antiguos nunca están satisfechos, y buscan ahora el modo de mejorar la Celeridad por encima de sus actuales capacidades. Será interesante ver qué nuevo don surge como fruto de sus investigaciones.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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