Conocidos por su fría actitud y la falta de afecto que sienten unos por otros, los Tremere prefieren fomentar la lealtad al clan más que entre individuos. La sangre dada a un iniciado muerto para que reviva sale de un recipiente, no del magus que le Abraza, distanciando todavía más a los vampiros.
Más importante para la iniciación es el juramento del Código de Tremere. Este juramento fue institucionalizado por el propio Tremere a principios del siglo XV. Algunos pasajes estaban basados en el antiguo Código Hermético, al que sustituyó tras la vampirización de la Casa Tremeré y la caída de la vieja Casa de Hermes. Todos los iniciados deben pronunciar el juramento, que les vincula a los Tremere por el resto de su existencia. Aunque los Tremere hicieron público el Código tiempo atrás, en un intento de tranquilizar las preocupaciones de los demás clánes vampíricos, muchos creen que al alcanzar rangos superiores, como Regente, Señor o Pontífice, los candidatos juran versiones distintas del Código, que pueden contener pasajes adicionales. Nunca ha habido pruebas tangibles de esos supuestos códigos “modificados”, y se ignora cuál es la verdad del asunto. No obstante, se ha sabido de algunos Tremere que han alterado el juramento de sus iniciados. Esta práctica es contraría al Código, pero los Tremere no pueden investigarla a fondo.
La siguiente sección reproduce el juramento tal y como es pronunciado por los iniciados.
Primero damos el texto del Código, seguido por la Interpretación generalmente aceptada del pasaje.
“Yo, (nombre del iniciado), por este acto juro mi imperecedera lealtad a la Casa y el Clan Tremere y todos sus miembros. Soy de su sangre, y ellos son de la mía. Compartimos nuestras vidas, nuestros objetivos y nuestros logros. Obedeceré a quienes la Casa considere aptos para ser mis superiores, y trataré a mis inferiores con todo el respeto y cuidado que merezcan.”
La parte más importante del juramento. Es un vínculo para toda la vida: en el caso de mayoría de los vampiros, eso es mucho tiempo. Se espera de cada miembro que respete la jerarquía del clan, sometiéndose a los de rango superior, recibiendo a la vez la pleitesía de sus inferiores.
“No arrebataré ni intentaré arrebatar su poder mágico a ningún miembro de la Casa y el Clan Tremere. Hacerlo sería actuar contra el poder de nuestra Casa. No mataré ni intentaré matar a ningún miembro de la Casa y el Clan, salvo en defensa propia, cuando un magus haya sido declarado fuera de la ley por un tribunal formalmente constituido. Si un magus es declarado proscrito, dirigiré todos mis esfuerzos a llevarlo ante la justicia.”
Los ataques directos contra otros magi, ya sean físicos o mágicos, están estrictamente prohibidos, a menos que se demuestre que son en defensa propia o de los intereses del clan. Aunque las hostilidades abiertas entre rivales están prohibidas, se permite (e incluso se admira si se lleva a cabo con elegancia) el asesinato. Las escaramuzas menores entre diversos magi y capillas rivales son toleradas, siempre que no pongan en peligro al clan.
“Acataré las decisiones de los tribunales, y honrare respetuosamente la voluntad del Consejo Interior de los Siete y los deseos de mis superiores. Los tribunales estarán vinculados por el espíritu del Código de Tremere, complementado por el Código Periférico e interpretado por un cuerpo de magi formalmente constituido. Tengo derecho a apelar una decisión ante un tribunal superior, si acepta oír mi caso.”
En caso de disputa, la decisión de un tribunal formalmente constituido se considera definitiva, aunque un magus puede apelar a un tribunal superior, incluso al mismo Consejo Interior. Importunar a los miembros del Consejo Interior con asuntos que no sean de la mayor importancia puede dañar severamente el prestigio de un Tremere.
“No pondré en peligro a la Casa y el Clan Tremere con mis actos. Ni interferiré en los asuntos de los mundanos de forma que pueda llevar la ruina a mi Casa y Clan. No pondré en peligro al clan de ninguna forma cuando trate con demonios u otros, ni molestaré a las hadas de forma que puedan tomar venganza contra la Casa y el Clan Tremere. Juro también apoyar los valores y metas de la Camarilla, y mantener la Mascarada. En lo que estos objetivos puedan chocar con los míos, no perseguiré mis propios fines de ninguna forma que pueda poner en peligro la Mascarada. La fuerza de la Casa y el Clan Tremere depende de la fuerza de la Mascarada.”
Los Tremere están íntimamente implicados en los asuntos de la humanidad, pero los miembros del clan tienen la responsabilidad de mantener sus secretos fuera del alcance de los mundanos.
Aunque la experimentación y el ensanchar las fronteras de la magia es primordial para los Tremere, hay ciertos límites. El apartado de los tratos con demonios data de los tiempos de la antigua Orden de Hermes, pero ha sido actualizado para reflejar los objetivos de los Tremere. Aunque el mundo feérico parece más lejano incluso que cuando se redactó el Código, el trato con las hadas de cualquier forma que pueda crearle problemas al clan está expresamente prohibido. Las líneas finales fueron añadidas al código a petición de Etrius poco después de la fundación de la Camarilla, en un intento de tranquilizar a los demás vampiros con respecto a los motivos e intenciones de tos universalmente poco de fiar Tremere.
Los Tremere están autorizados a alimentarse como y cuando quieran, y de la forma que les apetezca, siempre que respeten los límites impuestos por las capillas y Príncipes locales. Aparte de eso, se espera de todos los Tremere que se alimenten de forma que no atraiga la atención ni la desgracia sobre el clan.
“No usaré la magia para espiar a los miembros de la Casa Tremere ni inmiscuirme en sus asuntos. Está expresamente prohibido.”
En el cursa de los acontecimientos, este precepto suele ser violado. Muchos magi acostumbran a espiar a sus hermanos de clan, y casi se espera de los más veteranos que lo hagan para mantener firmes a sus subordinados. Si se atrapa a alguien espiando, lo normal es exigir una compensación al culpable: dinero, poder, o quizá un aprendiz prometedor. Es raro que estos casos lleguen ante un tribunal, y sólo ocurre cuando hay grandes intereses en juego. Sí se llega a los tribunales, el infractor puede esperar un trato severo. Espiar por medios no mágicos a magi o capillas rivales es, de acuerdo con la definición estricta, perfectamente legal y aceptable.
“Sólo adiestraré a aprendices que se adhieran a este Código, y si alguno de ellos se volviese contra la Casa y el Clan, seré el primero en atacarle y llevarlo ante la justicia. Ningún aprendiz mío será llamado magus hasta que no haya jurado acatar el Código. Trataré a mis aprendices con el cuidado y respeto que merezcan.”
Un magus sólo puede tomar un aprendiz con la aprobación de su superior inmediato. Los Tremere son muy estrictos en cuanto al número y distribución de los miembros del clan a través del mundo. Esta parle del Código establece que el magus debe iniciar a todo nuevo aprendiz de acuerdo con los preceptos del clan. Se considera al magus responsable absoluto de los actos y el comportamiento de cualquier aprendiz de su capilla, y tiene autoridad para impartir justicia como considere apropiado. A veces llegan aprendices potenciales buscando a los Tremere, pero lo más frecuente es que un magus con permiso para iniciar a un nuevo aprendiz escoja a quien mejor parezca encajar con sus propósitos y necesidades. Aunque los Tremere siguen buscando a gente con poderes y facultades por encima de lo normal, éste no es necesariamente el principal criterio para elegir aprendices. Los Tremere tienen las manos por todas partes, y los aprendices acostumbrados a tratar con distintos aspectos de la vida mundana son igualmente apreciados.
Aunque se da a los magi una gran libertad en el trato a sus aprendices, un aprendiz víctima de abusos puede recurrir a un tribunal. Los asuntos de trato inadecuado o poco ético a los aprendices están contemplados por reglas derivadas del complejo Código Periférico. Es absolutamente ilegal que un Tremere Vincule a otro. Tal infracción está castigada con la muerte.
“Reconozco a mis mayores el derecho a tomar a mi aprendiz si resultase valioso para su trabajo. Todos somos miembros de la Casa y el Clan y reconocemos el valor de este precepto. Acataré el derecho de mis superiores a tomar tales decisiones.”
Este punto es esencial para el funcionamiento del clan Tremere: los aprendices son trasladados con regularidad de una capilla a otra, asumiendo nuevas responsabilidades y disfrutando de la oportunidad de aprender nuevas magias, Los Tremere afirman que este método asegura que los conocimientos y habilidades circulen por la Casa; de esta forma, los aprendices pueden practicar distintas actividades, descubriendo en cuáles encajan mejor y cuáles son más útiles para el clan. En realidad, estos intercambios suelen tener otros fines. Los Regentes intercambian aprendices (con la aprobación de sus superiores) para aprender magia que no conocen e infiltrar espías entre sus rivales. A veces un Regente decepcionado su desembaraza de un aprendiz torpe con la esperanza de conseguir otro mejor. Es frecuente que los intercambios obedezcan a órdenes superiores, a veces para conseguir objetivos no especificados, pero sobre todo para disolver alianzas y amistades entre aprendices y maestros.
La lealtad a la Casa y el Clan Tremere, y a la Pirámide, es primordial. La amistad perjudica al clan.
“Acrecentaré los conocimientos de la Casa y el Clan y compartiré con sus miembros todo lo que descubra en mi búsqueda de la sabiduría y el poder. No guardaré secretos sobre el arte de la magia, ni sobre los actos de otros que puedan poner en peligro a la Casa y el Clan.”
Todos los miembros del clan tienen la obligación ¿de informar de cualquier hecho o descubrimiento importante a sus superiores. En la práctica, los Tremere son famosos por su afición a los secretos. Construir un archivo mental de secretos, contactos y otras fuentes de información es una forma segura de ganar poder y ascender en el clan.
“Pido que, de violar este juramento, se me expulse de la Casa y el Clan. Si soy expulsado, pido a mis hermanos de clan que me encuentren y acaben conmigo, para que mi vida no continúe en la degradación y la infamia.”
Unirse a los Tremere significa unirse para siempre. El iniciado jura qué si rompe su juramento o es descubierto actuando en contra de los intereses del clan, renunciará voluntariamente a su vida. Una vez se le ordena presentarse en Viena, la mayoría obedece resignado a su destino. Algunos, no obstante, prefieren huir, intentando escapar de la ira del Consejo Interior. Declarados “proscritos”, tales magi son presa legitima para los demás Tremere. Aunque matar a un proscrito está técnicamente permitido, es preferible atraparlo con vida. El proscrito es enviado a Viena y encerrado hasta la siguiente reunión del Consejo Interior, en la que se decidirá su destino. Pocos vuelven de Viena, si es que alguno llega a hacerlo, lo que ha dado origen al popular eufemismo “llamado a Viena”, para referirse a cualquier Tremere de rango que ha desaparecido repentinamente sin explicación alguna.
“Reconozco que los enemigos de la Casa y el Clan son mis enemigos, que los amigos de la Casa y el Clan son mis amigos, y que los aliados de la Casa y el Clan son mis aliados. Trabajemos unidos y hagámonos fuertes y robustos.”
Aunque está redactado en una época anterior, se acepta de forma general que este párrafo se refiere a al Sabbat como enemigo y a la Camarilla como aliada. Los Tremere se apresuran a señalar que son un baluarte contra todo tipo de anarquía.
“Pronuncio este juramento en (fecha). Ay de quien me tiente a quebrantarlo, y ay de mi si sucumbo a la tentación.”
Una última afirmación por parte del iniciado de su devoción al clan.
Adjunto encontraran una JPG que pueden imprimir para que sus jugadores Tremere firmen el Código y un PDF. El que les sirva mejor. Saludos.
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