Aunque la encarnación moderna del clan se definió tras los fuegos de la rebelión en la Noche de Kupala, los Tzimisce no hemos rechazado nuestro derecho a gobernar, aunque el término tenga un significado diferente en el contexto de las Noches Finales. En principio mi generación no cuestionó el término de poder de los antiguos, como hacen frívolamente algunos fanfarrones Brujah. Nosotros lo rechazamos porque no podíamos controlar ese poder.
El clan se redefinió a sí mismo en la Noche de Kupala y aunque actualmente la mayoría de sus miembros reconocen la jerarquía del Sabbat, el clan todavía conserva también algo de su antigua organización.
El Voivoda del clan es tradicionalmente el Tzimisce más poderoso que se encuentra activo en el mundo. En principio ésta era la posición del Más Viejo —en las primeras noches, su autoridad era incuestionable. Cuando Tzimisce cayó en letargo, Yorak asumió la posición de Voivoda, creando los requisitos que todos los Voivodas dignos deberían cumplir. En las noches modernas estos requisitos han sido reinterpretados como que el candidato debe poseer un conocimiento avanzado de la Hechicería Koldúnica y de una Senda de Iluminación…y el apoyo sin reservas de los antiguos del clan.
¿Por qué el representante de nuestro clan debe cumplir esos principios esotéricos? Quizás puedas responder a esta pregunta mejor que yo, viejo. Pocos Cainitas siguen las Sendas de Iluminación, y el koldunismo apenas es conocido fuera de nuestro linaje —¿Por qué exigimos unos requisitos tan poco convencionales?
Si no se deben a un caprichoso dictado del Más Viejo, yo creo que debemos culpar a la historia. He oído que Yorak fue un koldun, quizás el primer koldun. Puede que supiera que el conocimiento de su arte menguaría con el paso del tiempo y estableció un precedente de lo que necesitaría nuestro clan en las Noches Finales. También puede ser que se trate de restricciones impuestas por otros Voivodas que simplemente querían demostrar a sus seguidores que eran dignos descendientes del venerable Yorak. A pesar de lo que los textos Metamorfosistas medievales registran, dudo mucho de que los Tzimisce se beneficiaran demasiado de su guía. Su gobierno fue muy anterior a la Edad Media. Sólo una criatura tan antigua como tú podría proporcionarnos un relato fiable…
Por lo que se refiere al requisito de que un candidato siga una Senda de Iluminación, mi teoría es que fue añadido después de un desacuerdo técnico entre los antiguos Tzimisce sobre algún aspirante. Puede que hayas oído el nombre de Sascha Vykos —¿Llegaron las noticias sobre la guerra entre Tremere y Tzimisce hasta las montañas en que te escondías? Desde antes de tu ausencia de siete siglos, Sasha luchaba contra los Antediluvianos –el asedio de Atlanta ha sido su más reciente contribución a la causa —¿O fue el de Washington D.C.? En cualquier caso, él me dijo que el conocimiento avanzado de una Senda de Iluminación se convirtió en un requisito después de una discusión entre varios antiguos sobre si el anterior Voivoda había sido capaz de controlar a su Bestia. Muchos Tzimisce del Viejo Mundo consideraban el frenesí como un estado bestial, básico e indeseable. Los antiguos del Viejo Mundo habían visto cómo el candidato apoyado por los “antiguos” del Nuevo Mundo sucumbía frecuentemente a sus impulsos básicos, y lo señalaron como una prueba de que del Nuevo Mundo no podía surgir un Voivoda digno. Aunque quizás sólo cinco Cainitas participaron en esta disputa, esos pocos eran los más viejos de Ciudad de México, una cábala con tanta influencia que podía vetar a cualquier Voivoda potencial, incluso aunque no consiguieran imponer a su propio candidato. La preferencia por un Voivoda que siguiera una Senda de Iluminación fue propuesta por este grupo del Nuevo Mundo –un esfuerzo por corregir su anterior error y complicar los argumentos de los Tzimisce del Viejo Mundo por desechar a los Demonios del Nuevo. Según dice Sascha Vykos, era una forma de demostrar que cualquier futuro candidato tendría que controlar su Bestia y un obstáculo contra el argumento de los Tzimisce del Viejo Mundo de que los antiguos del clan en América aceptaban a perros incontrolables en el puesto.
Adoptar una Senda de Iluminación requiere la voluntad y el rigor de oponerse contra tus propios instintos básicos, lo cual es un acto bastante difícil para un Cainita.
Entonces, como ahora, la mayoría de los Tzimisce quieren un Voivoda que sea un individuo disciplinado…
…y oscuro. En las Noches Finales la mayoría de los Tzimisce ven a su Voivoda como los católicos no practicantes ven al Papa –se enfurecen si alguien lo insulta, pero no creen que sea infalible. La Voivoda actual bien podría ser la última. Su nombre es poco conocido dentro del clan y apenas es conocido en el conjunto del Sabbat. Su voz carece de peso más allá de los límites de Ciudad de México. Y además desconoce el koldunismo. Si el Más Viejo todavía existiera, seguramente estaría insatisfecho.
Sin duda esta noticia te inquietará. Por lo menos los zhupans todavía existen- realizan las tareas que antaño se esperaban de nuestro líder titular, quizás porque sus posiciones se consiguen y no son otorgadas. Se trata de los individuos más sabios (no necesariamente los más antiguos) de nuestro clan –en las Noches Finales son quienes mejor conocen nuestro linaje. Su conocimiento, así como sus proezas en batalla, demuestran que se merecen su título –antes de que un Demonio pueda ser considerado como aspirante a zhupan, debe dominar su forma zulo. Por lo menos una de las antiguas costumbres ha sobrevivido, Matusalén.
Algunos Tzimisce todavía reclaman el título de voivoda (con minúscula), aunque el ritual de reconocimiento formal ya no existe. Estos voivodas, que no deben ser confundidos con el Voivoda de todo el clan, normalmente se nombran a sí mismos y refuerzan sus pretensiones lo mejor que pueden. Cumplen una función obsoleta que era el elemento central del idealismo feudal de los antiguos Tzimisce —gobernar sobre un manso, o un dominio.
La mayoría de los Tzimisce que reclaman el título de voivoda normalmente reclaman el dominio de un grupo particular de mortales, normalmente un barrio o una ciudad pequeña. El voivoda de Atenas, Georgia (seguramente un título risible para los Demonios del Viejo Mundo) reclamó el título en virtud de haber sido el único Cainita que había instalado un refugio en el lugar después del asedio de Atlanta, además de ser el único Cainita del lugar. El voivoda de Miami sólo puede hacer valer su título dentro de la Pequeña Habana.