• 25 Aniversario

Velo de la Noche – Bay´t Mujrim

Los Mujrim (o «Ravnos» como se hacen llamar a sí mismos) proceden de la India, aquella gran región al este de las tierras del Islam. Según sus propias leyendas, los Mujrimin se enfrentan a toda una caterva de demonios y sobreviven gracias a la astucia y su sabiduría. La pura necesidad de sobrevivir ha empujado al bay’t a apreciar el valor del engaño y el sigilo, una tendencia aumentada por los susurros de sus Bestias. Al contrario que los salvajes monstruos de otros clanes, la Bestia Mujrim aviva el impulso de estos vampiros de pecar, convirtiéndoles en codiciosos ladrones, orgullosos fanfarrones o decadentes monstruos. Aunque muchos Mujrimin luchan contra este impulso, sigue siendo común en el clan y le ha hecho ganar mala reputación en las tierras musulmanas, donde la gente es bastante intolerante con los robos en particular. Mujrim significa «criminal». El bay’t se divide en grupos familiares ampliados…

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Velo de la Noche – Banu Haquim

Los Banu Haqim se encuentran entre los vampiros más comunes en el mundo islámico. El bay’t, como su nombre sugiere, afirma descender de un solo vampiro llamado Haquim. Esta figura casi legendaria era un guerrero que se ganó la vida eterna después de completar una búsqueda. Dispuso una serie de reglas para sus descendientes, que el bay’t sigue cumpliendo hoy en día. Estas reglas les ordenan honrar a los miembros más antiguos del clan, proteger a los mortales de otros vampiros y juzgar y castigar a los que presenten carencias. En ocasiones, diabolizan a los vampiros no aptos para acercarse aún más a Haquim Todo esto tiene como consecuencia que la relación entre el bay’t y los demás vampiros de la región sean tensas. Los Banu Haqim se consideran inherentemente superiores al resto de los vampiros o suelen actuar como jueces, jurado y verdugos de Cainitas que no se adapten…

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Velo de la Noche – Baali

Los Baali saben la verdad. El universo no es el juguete de criaturas tan insignificantes como los esbirros de Caín, ni el jardín sagrado que creó algún Dios omnisciente y benévolo. Los humanos, igual que los Cainitas, no son más que pulgas y peones en un campo de batalla cuya magnitud escapa a la imaginación. El universo es un choque entre fuerzas opuestas que por comodidad denominamos oscuridad y luz. Cada objeto e individuo es parte de ese conflicto y la valía de cada uno se mide en definitiva por la capacidad que tenga para asumir un papel activo en la lucha. Los juegos infantiles por el poder de los Antediluvianos son insignificantes comparados con la pugna entre luz y oscuridad. Los Baali lo saben, y eligen ponerse del lado de esta última. El bay’t Baali surgió de las cenizas de la primera tribu de humanos que vivió congregada junto…

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