Dispares – Caballeros Templarios

El Cristo que volverá no es un cariñoso y humilde carpintero. Esta vez volverá con una recta ira y cuando lo haga, estaremos junto a Él. El poder y la gloria de Dios y Su Iglesia han bendecido el mundo con amor, perdón, (relativa) paz y orden civilizado durante dos milenios. Pero, en nombre de la salvación que fue adquirida por medio de la santa sangre de Cristo, una imparable oscuridad requiere una vigilancia constante y exige la atención de los guerreros sagrados que combatirán la corrupción y los engaños de Satán. Esos guerreros santos fueron una vez grandes y numerosos: las Espadas de Gracia, los Caballeros Hospitalarios, la Orden del Martillo, los Halcones de Gabriel y muchos más. Ahora, sin embargo, sólo quedan los Caballeros Templarios para portar el estandarte de Cristo y mantener la vigilancia contra la segunda Larga Noche. Antaño, bajo la égida de la Cábala del…

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Las Ordenes Militantes y Hospitalarias

Las Cruzadas y su mezcla de guerra y religión inspiraron las nuevas órdenes de caballería. De la necesidad combinada de tomar Jerusalén a la fuerza y mantener la fe y la santidad cristiana surgieron grupos adiestrados de guerreros, entregados tanto al rey como a su Dios. Estos propósitos divididos no siempre se unen con facilidad, especialmente ahora, cuando el clero y los cortesanos conspiran y confabulan para conseguir ventajas. Para esgrimir la espada de la caballería, los candidatos deben ser armados caballeros por un monarca, mientras que para pertenecer al clero, deben recibir la confinación del Papa. Por lo tanto, para alzarse sobre la posición de postulantes advenedizos, una orden de futuros héroes de caballería necesita la aprobación de la Iglesia y del estado… y ni siquiera entonces su supervivencia está garantizada. (Diversas órdenes de caballería fueron apadrinadas por diversos monarcas o por la Iglesia y desaparecieron casi de inmediato.)…

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