El Arcanum

Los miembros de esta sociedad secreta se encuentran entre los mortales más dedicados a la búsqueda del conocimiento secreto en el Mundo de Tinieblas. Son eruditos, bibliotecarios y arqueólogos; epoptas, hermetistas y herboristas; cabalistas, criptógrafos y estudiantes de lo oculto. Desde la Edad Victoriana, los académicos y exploradores del Arcanum se han aventurado en los rincones más extraños y remotos del mundo para aprender todo lo que puedan acerca de lo invisible y lo desconocido.

Hace mucho, los mortales aprendieron que lo invisible y lo desconocido a veces tienen colmillos afilados y apetitos muy desagradables. Los Arcanistas aprendieron que a los vampiros no les gusta ser investigados, algo enfatizado con dureza por los Cainitas cuando incendiaron en 1910 la Casa Capitular del grupo en Boston. La pérdida de vidas resultante y la destrucción de libros irremplazables (tal vez más lo segundo que lo primero) provocó que el Arcanum se volviera cauteloso al investigar los asuntos de los Vástagos. Sin embargo, los vampiros continuaron siendo uno de los focos de interés del grupo… y de su sentimiento colectivo de culpa. Varios miembros argumentaron a lo largo de los años que no prestar atención a las actividades de los vampiros era ser cómplices de genocidio.

Últimamente, sin que lo sepa la mayoría de sus compañeros, varios Arcanistas han emprendido acciones en este campo. No obstante, ninguno de los miembros de la organización es estúpido, y pocos se ven a sí mismos como guerreros, de modo que, en este contexto, “acción” significa la síntesis y redirección juiciosa de la información. Por eso, varios ataques de la Inquisición (conocida por los Arcanistas desde hace mucho) contra guaridas de Vástagos tuvieron su secreto origen en los archivos del Arcanum. De la misma forma, el reverendo Jebediah Brown, un cazador de brujas independiente y antiguo Arcanista, sigue creyendo que sus actuales robos de información de las casas capitulares del Arcanum no han sido descubiertos, pero en realidad, no es sino otro títere en una intrincada guerra de despachos.

Ni siquiera todos los Arcanistas que participan en estos esfuerzos redirigidos conocen la labor de todos los demás. A causa del gran peligro que la investigación vampírica puede suponer para toda la organización, tales activida des pueden ser motivo de expulsión. Así, los Arcanistas se dedican a “azuzar a los cazadores de brujas” en solitario o en grupos de hasta dos o tres, y siempre con extremo cuidado de preservar su anonimato. Ningún miembro se arriesga más con estas actuaciones clandestinas que Sandeep D’Souza, Canciller de la Casa Capitular de Nueva Delhi, de quien se dice que será el próximo Gran Canciller del Arcanum. Aun así, desde que se encontró en medio de unos disturbios provocados por vampiros del Sabbat en Fráncfort y fue testigo de sus depredaciones de cerca, D’Souza es un hombre distinto. No entiende por qué se libró, pero hacerlo avivó su culpa y finalmente empujó a los Arcanistas hacia su dirección actual.

D’Souza se siente incómodo empleando a otra gente como peones contra los Vástagos, pero ahora considera impensable la inactividad. La mayoría de los buscadores de misterios de la organización siguen encontrando vampiros inesperadamente, como siempre les pasa a los mortales. Analizando los informes de los Arcanistas que investigaban otras cosas completamente distintas (como el Grial), D’Souza y los suyos han podido localizar varios refugios de Vástagos.

Por supuesto, algunas de sus suposiciones se basan en dónde creen que desaparecieron algunos de sus colegas perdidos. Con gran parte del mundo en un estado de agitación religiosa, el Arcanum se ha encontrado con una mayor cantidad de Vástagos de ideologías mucho más variadas de lo que en un principio creían posible.

Ello hace que la pasividad del Canciller sea más difícil de mantener, aunque ha llegado a “sugerir” a otros Arcanistas discretos de su entorno inmediato que pongan a prueba sus propios límites. D’Souza desea calibrar sus éxitos en estas tareas clandestinas y no es consciente de lo cerca que están sus oscuras maquinaciones de las de aquellos temidos y odiados vampiros a los que observa.

Erudito del Arcanum

Atributos: Fuerza 2, Destreza 2, Resistencia 2, Carisma 2, Manipulación 2, Apariencia 2, Percepción 4, Inteligencia 4, Astucia 3.

Habilidades: Academicismo 4 (o más), Atletismo 1, Ciencias 3, Conducir 1, Etiqueta 2, Expresión 2, Informática 3, Investigación 3, Ocultismo 4, Pelea con Armas 1.

Humanidad: 8

Fuerza de Voluntad: 7.

Equipo: Portátil o tablet, gran biblioteca, sedán, colección de parafernalia ocultista, cuenta bancaria considerable.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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