La Condesa Sangrienta

Elizabeth Bathory nació en 1560 en el seno de una riquísima familia húngara y pertenecía a la más rancia aristocracia, siendo su propio tío rey de Polonia, pero también tenía en sus raíces a familiares esotéricos. Uno de sus tios adoraba a Satán y algunos de sus otros familiares usaban la magia negra o la alquimia. Elizabeth se inició desde su infancia de mano de su nodriza en estas artes ocultas de la brujería y creció con una especial atracción hacia la sangre.