Germaine – Voz indomita de los condenados

«Bueno, al menos después de esta noche ya no molestarás a nadie más.» De todos los Anatemas incluidos actualmente en la Lista Roja, puede que Germaine sea el único que no se lo merecía. Es un claro ejemplo de hasta dónde pueden llegar ciertos Antiguos para protegerse a sí mismos, sin tener en cuenta las ofensas cometidas por el objetivo. Abrazado por un avispado estadista Brujah llamado Critias durante la Revolución Francesa, Germaine fue elegido para convertirse en vampiro por su papel en el plano político. Germaine era un agente doble que se tropezó sin saberlo con una intrincada trama que enfrentaba entre sí a los Clanes Toreador y Brujah, en medio de las intrigas que rodeaban a la monarquía francesa. Lo que no supo Germaine hasta mucho después, es que su amante, la Condesa d’Adhemar, era una Toreador, la Chiquilla de Madame Guil, y fue ella quien le suplicó…

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Consecuencias de la Magia

No podemos actuar sin consecuencias. Una acción tan pequeña como encender una vela puede regresar de forma imprevista. Las urdimbres gigantescas tienen repercuciones gigantescas. Como el trueno de una tormenta lejana pueden tardar en alcanzarnos, ¡pero se hará oir! La mayor lección que debe aprender un mago es la que le enseña a medir sus magias para que sea capaz de soportar las consecuencias.

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Cambiaformas

Pero muchos de los lugares salvajes siguen siéndolo, y sus defensores han jurado por lo más sagrado que así permanecerán. Sean magos o humanos, cristianos o paganos, los intrusos en estos lugares sagrados no suelen encontrar más que una muerte rápida a garras de los hijos de la Luna… los licántropos. Le Roi buscó aire desesperadamente mientras caía al suelo del bosque. Los aullidos de los lobos le rodeaban por todas partes. El saco con las herramientas había caído hacía mucho. El pánico se adueñaba de él, haciéndole olvidar hasta los encantamientos más sencillos. Estaba temblando como una hoja. Qué terriblemente blando y frágil era, qué fácilmente sucumbiría ante las garras y los colmillos…

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