El Clan Assamita – 20 Aniversario

No estamos aquí para cosechar los frutos de tu duro trabajo o para tomar lo que merecéis. No, si sembráis una simiente fuerte no la tomaremos. Hemos venido a cosechar a los podridos, a los corruptos y a los depravados, quienes hayan sido juzgados como indignos.

 

La mayor parte de la sociedad Cainita permanece ignorante sobre cuá­les son la naturaleza e intenciones de los Assamitas. Los ven como un joven Clan procedente de Oriente Medio que asume con arrogancia su lugar entre los conflictos de la Estirpe. Sólo los Antiguos y los eruditos pueden hablar de un tiempo en el que los Assamitas eran miembros activos de la sociedad vampírica, antes que se consagraran a sus estudios encerrados en Alamut, su santuario en las montañas de Anatolia. Los vampiros europeos rara vez interac­túan con ninguno salvo con los embajadores del Clan, los llamados Visires, y algunos escasos Hechi­ceros. El Clan muestra un frente organizado con una asombrosa capacidad para comunicarse a largas distan­cias, además de mantener el contacto con sus hermanos en Alamut.

Muchos Assamitas trazan sus raíces hasta las tierras cono­cidas hoy como Persia, donde nació el Fundador del Clan, pero sus miembros proceden de todo Oriente Medio. Durante los últimos años, muchos miembros jóvenes siguen las creencias del Islam. Ancillae y Antiguos miran a estos jóvenes Cainitas con condescen­dencia, pues creen que la religión mortal los distrae de su verdadero propósito. Sin embargo, el resto de la Estirpe interactúa principalmente sólo con estos vampiros más jóve­nes, y el nombre Assamita prácticamente se ha convertido en equivalente de musulmán, mereciéndoles el sobrenombre de “Sarracenos”. Muchos Assamitas de mayor edad se dan por satisfechos dejando que otros Cainitas crean lo que quieran siempre que esto les permita alcanzar sus propias metas.

Los Assamitas no se refieren a sí mismos como Sarracenos y prefieren llamarse Hijos de Haqim en honor a su Progenitor. Haqim ideó un conjunto de reglas y encomendó a su Clan que las siguiera. Los Cainitas son criaturas peligrosas que se entrometen demasiado en los asuntos de los mortales. Los Hijos de Haqim han recibido el encargo de respetar a sus Antiguos, proteger a los mortales de los otros Cainitas y juzgar (y ejecutar) a los demás vampiros. A los Hijos de Haqim les han encomendado también reclamar la Sangre de los Cainitas indignos, aquéllos que abusan de los mortales y no deberían poseer tales dones. Esto hace que el Clan cometa Diablerie como algo habitual, aunque pocos siguen estrictamente este precepto.

El Clan consta de tres Sectas que trabajan juntas para ejecutar sus sentencias. Los Hechiceros mantienen a los demás miembros del Clan en comunicación unos con otros, además de sustentar al Clan mientras está en el Alamut. Los Guerreros juzgan a los vampiros e imparten castigos cuando es necesario. Los Visires son el rostro público del Clan, y se encargan de recoger información y mantener al Clan al día en cuanto a asuntos políticos y ordinarios. La mayoría de Assamitas que viven en ciudades gobernadas por Cainitas son Visires, con unos escasos Hechiceros dándoles apoyo.

Sobrenombre: Hijos de Haqim, Sarracenos.

Apariencia: Casi todos los Assamitas son de ascendencia de Oriente Medio, aunque algunos Neonatos han sido Abrazados tan al Oeste como la Península Ibérica. Se requiere que todos los Assamitas pasen un tiempo en Alamut poco después del Abrazo y la mayoría adoptan vestimentas tradicionales de Oriente Medio indepen­dientemente de cuál sea su origen. La indumentaria dentro de las tres Sectas que componen el Clan varía según su funcionalidad. Los Hechiceros prefieren usar ropas estrictamente tradicionales, los Guerreros adoptan ves­timentas más cómodas para sus largos viajes y los Visires a veces adaptan su forma de vestir a la de la ciudad en la que viven.

Refugio: Los Assamitas escogen residencias fácil­mente defendibles, alejadas de los ojos de los mortales. Esto es especialmente cierto cuando visitan dominios europeos. Suelen valorar la seguridad por encima de las comodidades materiales y prefieren una choza bien defendida a un caserón que quede expuesto. Muchos Assamitas escogen residencias fuera de los centros urbanos, pero lo sufi­cientemente cerca como para mantener vigilados a los demás vampiros y sus interacciones con la población mortal. Sin em­bargo, el espíritu práctico a veces implica lujos; ciertos Visires necesitan impresionar a las cortes mortales y Cainitas, así que si abren sus puertas a las visitas se esmeran en la decoración.

Creación de personajes: Los Assamitas Visires son a la vez eruditos y embajadores, y prefieren una mezcla de Atributos y Habilidades Sociales y Mentales. La mayoría de los Hijos de Haqim tienen al menos un punto en Mentor (habitualmente su Sire). Algunos tienen uno o dos puntos en Generación gracias a la práctica de Diabolizar a quienes no consideran dignos. Muchos tienden a seguir los Caminos del Cielo o de la Humanidad, y algunos el de los Reyes. La mayoría de los Guerreros más viejos y los Assamitas más tradicionales siguen el Camino de la Sangre.

Disciplinas de Clan: Auspex, Extinción (Hematus), Presencia.

Debilidad: Los Visites Assamitas son rigurosos en ex­ceso. Cada personaje tiene una obsesión relacionada con su Habilidad intelectual o creativa más alta, la cual actúa como un trastorno. Mientras éste está activo, el aura del personaje brilla de modo que apunta a la verdadera Naturaleza del Visir, aparte de su obsesión, detectable por alguien que posea Auspex. Además, los Assamitas se oscurecen con el tiempo. Es un proceso lento, pero con el paso de los años la piel se ennegrece hasta adquirir el tono mate del ónice.

Organización: Debido a las habilidades de los Hechice­ros, el Clan Assamita está mucho más organizado que los demás. El Clan obedece al Más Antiguo, normalmente el Chiquillo de Haqim de mayor edad que no esté en Letargo en ese momento. Cada una de las tres Sectas tiene su propio líder. Las tres trabajan de forma conjunta para llevar a cabo las operaciones coti­dianas del Clan. El papel de cada Secta queda definido a grandes rasgos por sus interpretaciones de los decretos de Haqim. Los Visires se ven a sí mismos sólo como jueces, y se limitan a evaluar a los Cainitas del mun­do para alertar a sus hermanos sobre aquéllos que consideren indignos de conservar la Sangre de Caín. Los Hechiceros emplean su tiempo en investigar métodos para mejorar las interacciones y relaciones con los mortales, y juegan además un importante rol en el mantenimiento de las comunicaciones entre las tres Sectas. Los Guerreros suelen asumir el papel del ejecutor cuando un Cainita es juzgado indigno y a menudo llevan vidas nómadas, yendo donde sus hermanos los dirigen para cumplir con su deber.

Estereotipos
  • Tremere: No saben con qué están jugando.
  • Brujah: Afirman ser Reyes-Filósofos, pero sus pasiones dictan sus actos, dejando poco espacio para la filosofía.
  • Capadocios: Mientras su investigación sobre la muerte no llegue a la esfera mortal, no veo ningún problema con ellos.
  • Gangrel: Quizás el menos problemático de los otros Clanes. Los Gangrel saben qué es el honor. Aún no ha llegado el día en que tenga que juzgar a un Gangrel como indigno.
  • Seguidores de Set: Herejes, hasta el último de ellos. Su libertinaje y su maldad no deberían ser toleradas.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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