Ubicación: Hampshire, Inglaterra.
Cuando la naciente Camarilla puso de rodillas a la Revuelta Anarquista y a la amenaza Assamita, lo hizo en una convocatoria en la Abadía de la Santa Corona, un modesto monasterio cerca de la villa de Thorns. Allí, la rebelión Anarquista concluyó oficialmente y los Assamitas se rindieron a la maldición taumatúrgica que frenó su desenfrenada Diablerie. Lo que siguió fue un período de dominio de la Camarilla en las políticas vampíricas que ha durado casi hasta las noches actuales.
Sólo las recientes turbulencias de lo que algunos denominan las Noches Finales han sacudido el poder de la Camarilla, pero sus opositores han percibido que con el reciente aumento de los Anarquistas y la subversión Assamita de la maldición Tremere, el significado simbólico de la Convención de Thorns se ha roto. Una coterie de Anarquistas que visitó las ruinas de la abadía “en peregrinación” volvió con terribles historias, las cuales ahora circulan entre las filas de sus compañeros.
Según estos Anarquistas, descubrieron los cuerpos aletargados de siete Vástagos en un mausoleo sorprendentemente ostentoso bajo las ruinas del monasterio. Uno de lo suyos Diabolizó a uno de los vampiros durmientes y fue consumido por el poder de la Sangre del corazón de su víctima, perdiéndose en la noche entre delirios para acabar siendo sometido por sus compañeros tras una noche en la que el terror se apoderó de la cercana Silchester. A día de hoy, los Anarquistas no tienen ni idea de quiénes son los seis Vástagos restantes, y es sólo cuestión de tiempo antes de que la historia se extienda más allá de los círculos Anarquistas.