Sociedades Secretas – La Orden Iluminada Rosacruciana

El poeta romano preguntó, “¿Quis custodiet ipsos custodes?” o “¿Quién vigila a los que vigilan?” Respuesta de los Rosacruces: “Nosotros.”

Un grupo tan sigiloso que muchos de sus iniciados no saben ni su nombre hasta que son miembros durante años, la Orden Iluminada Rosacruciana es quizás el cuerpo más resuelta y exitosamente oblicuo de conspiradores ocultistas mortales activos en la era victoriana. Esto es necesario, dado que su objetivo es ser para las sociedades secretas lo que las sociedades secretas son para la sociedad en general, pues son una conspiración entre conspiraciones.

Los iniciados son seleccionados de entre las filas de otras sociedades cuando estos exponen una mente penetrante, un espíritu aventurero, sentido de la discreción y un compromiso con el progreso de la humanidad bajo los ideales de la tradición Rosacruciana. Un miembro de la orden cultiva entonces una relación por correspondencia con el iniciado, a menudo durante muchos años, animando de manera sutil el estudio constante y gradualmente revelando la posible existencia de una orden dedicada a los mismos ideales hacia los que la pasión del nuevo iniciado ha sido despertada. Aquellos que mantienen su dedicación firme a estos ideales después de este período de pruebas son contactados, otra vez por carta, por el Gran Maestro adepto de la orden e informados de su estado como iniciados. En muchos casos, les dicen que ellos han siclo, de hecho, iniciados de la orden durante muchos años, desde mucho antes de que fueran contactados por vez primera.

La orden, de acuerdo con sus costumbres, es en realidad la Orden Interna. Otros grupos, como el Societas Rosacruciana en Anglia o muchas ramas de la Francmasonería, sirven como órdenes públicas o externas de la Verdadera Orden Rosacruciana. Una vez totalmente implicados, los iniciados permanecen en contacto con y son solo conscientes de su miembro patrocinador, el Gran Maestro, y algún nuevo iniciado al que se les pide patrocinar. Una Logia Masónica cualquiera podría estar poblada completamente por iniciados de la Orden Iluminada Rosacruciana y ninguno de entre ellos lo sospecharía, o al menos tal es la intención de la orden. Las actividades de los iniciados son en gran medida las mismas que tenían antes de su iniciación salvo que comienzan un regular y constante intercambio de correspondencia con sus patrocinadores y, de vez en cuando, con otros iniciados. Estas cartas, que casi siempre usan nombres de la Orden Interna para proteger identidades, usan una gran cantidad de cifrados y sistemas de código simbólicos para ocultar las actividades de la orden.

La correspondencia de los iniciados de la orden, aunque seguramente se mantiene en privado, no es generalmente demasiado sensible. Típicamente el iniciado simplemente mantiene a su patrocinador informado de la situación en otras sociedades de las que él es miembro, noticias generales de la región en la que habita y los detalles de sus actuales actividades, estudios y contemplación.

A los iniciados recientes les llegan cartas de sus patrocinadores que contienen consejo tanto metafísico como práctico sobre como seguir con sus estudios y superar los procesos de la vida, tratando especialmente de reforzar el estímulo de una mayor comprensión de los ideales de Luz y Verdad entre los allegados del iniciado. De esta manera la orden pastorea silenciosamente en otras sociedades y las dirige en sus buenas labores. Una consecuencia secundaria de esta red de intercambios es la capacidad de remitir y comparar el trabajo de alguien con los trabajos de compañeros iniciados lejanos o de otro modo inaccesibles. Muchos supuestamente perdidos o desaparecidos detalles de órdenes antiguas y en algunos casos de órdenes enteramente perdidas conocidas por los eruditos de la tradición Rosacruciana hoy son de hecho tan solo conocidos debido a la discreta dirección de la orden. Una carta anónima al investigador apropiado puede ofrecer hechos que podrían ser las llaves de un nuevo descubrimiento, y, al pasar desapercibida, la orden está libre de los grilletes del orgullo y la fama que pueden sofocar a menudo el mayor logro de su grey.

Oportunidades

Para aquellos conscientes de su existencia, la Orden Iluminada Rosacruciana es una posible fuente tanto de gran conocimiento como de preocupación. ¿Cuánto saben sus miembros, y qué se podría hacer con ellos si se descubre que saben demasiado? Los grupos como este dan a la Camarilla motivos para preocuparse. Por otra parte, la orden podría ser un instrumento de control sin precedentes para alguien lo bastante inteligente como para vencerla en su propio juego. Para alguien con pasión por solucionar rompecabezas, explorar el laberinto que es la Orden Rosacruciana significa alejarse de forma potencialmente interminable del tedio.

Secretos

Cualquiera que se siente en el centro de la Orden Iluminada Rosacruciana ha hecho de sí mismo una herramienta de control social con elegancia y subterfugio sobrados, y puede usarla para sumergirse en una campaña de inteligencia y desinformación que es prácticamente global en sus expectativas.

A lo largo del siglo XIX, la orden ha iniciado miembros y monitorizado prácticamente cada sociedad hermética importante Rosacruciana y Masónica, así como las órdenes monásticas cristianas y similares. Fabrica pruebas de antiguas órdenes y tradiciones, introduce éstas lentamente a través del trabajo de sus iniciados y luego capitaliza la desinformación para tomar control de los crédulos y los despistados. Es algo sencillo impresionar a los académicos con el fragmento de un manuscrito antiguo cuando el manuscrito fue creado precisamente, hace décadas, para dicha charada. Este es un mero ejemplo de los trucos con los que la orden cuenta en su variado repertorio.

Destino

La Orden Rosacruciana es tan invisible a la historia como lo es en la era victoriana. Es fácil asumir que continúa jugando su propio juego, bajo quién sabe cuántos nuevos nombres y frentes, asistida inconmensurablemente por los frutos de la era de la Información.

El Gran Maestro de La Orden Interna

El actual Gran Maestro, llamado Hermano C*I*C como alias en la Orden Interna, es el Rev. Dr. Alessandro Balsamo. El presumiblemente italiano Balsamo está inmensamente bien considerado por el grupo de iniciados a quienes ha revelado su identidad en sus cartas, e incluso entre el más reducido número que dicen haberlo conocido en persona. Su magnetismo personal y dominio de tocios los tipos de comunicación son denodadamente impresionantes, y se dice que es un hombre muy calmado y poseedor de un agudo ingenio.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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