Etiqueta: Edad Victoriana

Tic-tac, tic-tac, tic-tac, las acciones colectivas de las sociedades secretas se parecen al ruido de un mecanismo de relojería estable en el entorno de la era victoriana. Está en muchos casos casi garantizado que los personajes se cruzarán en su camino con cualquiera de estas docenas de grupos, con cientos de facciones que ejercen de una manera similar múltiples presiones sobre la sociedad. Para aquellos que buscan la influencia política o social en hasta la facción más superficial, esto es simplemente una razón de sin vivir, uno de los rasgos esperados del juego de poder. Todo esto es muy adecuado para contar una historia, pero los detalles para modelar la situación de alguien en una sociedad por el sistema de reglas del Narrador pueden resultar un poco más fácil con un breve examen y discusión de la extensión de los procesos implicados. Los personajes pueden perfectamente tener simplemente a un…

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Un consejo de los hombres más ricos y poderosos del mundo, ensamblado como la creación del magnate de diamantes británico Cecil Rhodes, la Mesa Redonda toma como su objetivo declarado el de servir como la administración de un gobierno imperialista global dedicado a llevar “la carga del blanco” y a asegurarse de que continua la consolidación de poder en las manos de la élite anglo centrista mejor preparada para la tarea. Aunque algunos puedan haber oído el nombre de la Mesa Redonda, o incluso haber conjeturado sobre la existencia de un grupo similar, la obra de la Mesa Redonda está entre las más privadas en el mundo simplemente porque sus miembros son hombres tan poderosos que hace mucho que dejaron de necesitar contestar a nadie. Rhodes, Rothschild, Morgan, Lassater, Rockefeller, Sombrerero, Carnegie y más (ésta es una compañía tan prestigiosa que ni los Primeros Ministros ni los Presidentes son siquiera…

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La alianza actual, unos dirían que la asimilación, del Partido Radical británico al menos extremo Partido Liberal da para muchos duros Radicales un golpe de gracia a la idea de política franca de su movimiento. Como consecuencia, muchos adheridos a la causa Radical buscan medios más revolucionarios. Los grupos extremistas existentes han aprovechado también la situación para reclutar a nuevos miembros de las filas de los Radicales insatisfechos o para formar grupos completamente nuevos. Uno de tales nuevos grupos extremistas se llama a sí mismo los Pobres Caballeros Radicales Dinamitadores de la Muchedumbre del Rey, una colorida alusión por parte del fundador del culto Edward O’Donovan a los larguísimos nombres de las órdenes caballerescas militantes como la Templaria. O’Donovan, una vez una bienhablada e intelectual voz del movimiento Fenio Irlandés, ha reunido a muchos antiguos amargados y derrocados Radicales y Primeros Socialistas Internacionales de entre un grupo básico de decididos…

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Inadecuadamente nombrada por sus fundadores, que no están relacionados con la Logia Roja de la Francmasonería, pero que eran vagamente conscientes de que el nombre indicaba un círculo interior de élite, este célebre círculo de gamberros es también conocido como la Vid y la Espada, la Logia de Caza del Club de las Llamas del Infierno, o “aquellos noblecillos sangrientos y viciosos” (esto último por los residentes de los pueblos rurales cerca de las logias del grupo, intimidados y temiendo por la virtud de sus hijas). Su posición duradera como sociedad secreta debe más a su habilidad en evitar ser procesada que a su habilidad en evitar ser descubierta, habiendo caído varias veces en todo tipo de actividad fraternal, nacionalista, marcial, académica y espiritual para desviar la atención del libertinaje, violencia y desviación sexual que definían sus verdaderas prioridades. La logia es más vieja que cualquiera de sus socios corrientes:…

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El poeta romano preguntó, “¿Quis custodiet ipsos custodes?” o “¿Quién vigila a los que vigilan?” Respuesta de los Rosacruces: “Nosotros.” Un grupo tan sigiloso que muchos de sus iniciados no saben ni su nombre hasta que son miembros durante años, la Orden Iluminada Rosacruciana es quizás el cuerpo más resuelta y exitosamente oblicuo de conspiradores ocultistas mortales activos en la era victoriana. Esto es necesario, dado que su objetivo es ser para las sociedades secretas lo que las sociedades secretas son para la sociedad en general, pues son una conspiración entre conspiraciones. Los iniciados son seleccionados de entre las filas de otras sociedades cuando estos exponen una mente penetrante, un espíritu aventurero, sentido de la discreción y un compromiso con el progreso de la humanidad bajo los ideales de la tradición Rosacruciana. Un miembro de la orden cultiva entonces una relación por correspondencia con el iniciado, a menudo durante muchos…

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La Teosofía, que toma su nombre de la palabra griega theosophia, que significa “sabiduría divina”, es la creación de Mme. Blavatsky, que fundó la Sociedad Teosófica en torno a su propio sistema. Es importante observar, sin embargo, que la Teosofía como creencia es un sistema popular y considerablemente independiente de la sociedad, y que es ya estudiada por varios grupos no relacionados con Blavatsky. Para la mayoría de estos grupos, y en realidad para Occidente en conjunto, la Teosofía es el modo de iniciación para tomar un primer contacto general con el auténtico misticismo de Oriente. Por consiguiente, el desarrollo continuado de la Teosofía en su totalidad está bastante fuera del control directo de Mme. Blavatsky, habiéndose convertido este hecho en su propia bestia particular. De todos modos, ella sigue contribuyendo al movimiento con enseñanzas adicionales de los mahatmas, adeptos trascendidos, que son sus instructores sobre el plano astral. El…

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La Hermandad Oriental, una sociedad oculta y fraternal menos célebre, es más conocida por su frecuente mención en los cuentos detectivescos coloristas y mórbidos publicados por el miembro Dr. Nigel Morrisby. La Hermandad fue inaugurada por el ahora decrépito señor Craven durante su juventud con el objetivo de desvelar el secreto detrás de un sistema supuestamente mágico que él llama las Llaves Pretánicas, sobre cuya fuente ha permitido a los miembros de la orden que formen sus propias teorías, pero nunca planteado la suya propia. Lo que sí que se sabe es que un joven señor Craven se hizo con información suficiente del sistema como para despertar su curiosidad desbordante, pero no lo bastante como para trabajar con él. Sus reuniones regulares con asociados de mentes ocultistas crecieron en un cierto plazo en una red formal eventualmente asimilada a la Orden de la Hermandad Oriental. En la búsqueda de su…

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