La Estrategia Militar

La estrategia militar medieval se centraba en el control de las fuentes de riqueza y, en consecuencia, en su capacidad para la ocupación de tierras. Al principio del periodo, esto equivalía básicamente a destruir o defender los campos, ya que toda la riqueza tenía origen en las tierras de labranza y en los pastos. Con el paso de los años, las ciudades se convirtieron en importantes puntos de control como centros de riqueza derivados del comercio y la manufactura. Conquistar y mantener el control de los castillos era parte esencial de las guerras, ya que éstos defendían las tierras de labranza y pasto. Los ocupantes del castillo controlaban a la población de los alrededores. A medida que iban creciendo, las ciudades también se fortificaron. La defensa y la conquista de ciudades fue adquiriendo gradualmente mayor importancia que el control de los castillos. Los ejércitos de tierra maniobraban para conquistar las…

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Las Tácticas Militares

Las batallas medievales fueron evolucionando desde desordenados enfrentamientos entre bandas armadas a batallas en las que se usaban tácticas y maniobras. Parte de esta evolución se debió al desarrollo de distintos tipos de soldados y armas, y al aprendizaje de su manejo. Los primeros ejércitos de la Alta Edad Media consistían en grupos de infantería. Al desarrollarse la caballería pesada, los mejores ejércitos pasaron a ser hordas de caballeros. Los soldados de infantería quedaron destinados a devastar las tierras de labranza y a realizar el trabajo pesado durante los asedios. Sin embargo, en el campo de batalla este tipo de soldado corría riesgos respecto a ambos bandos, al buscar los caballeros el enfrentamiento con sus enemigos en combates individuales. Esto era así principalmente a principios del periodo, cuando la infantería se constituía de siervos y de campesinos sin preparación. Los arqueros eran también útiles en los asedios, pero corrían igualmente…

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