Linaje Feérico: Clurichaun

«Y ahí estábamos. Yo con un filete en el ojo y Lady Marisol con una bolsa de hielo en el labio, y la panda de Redcaps en el fondo de la habitación iban… ¿O ya has oído ésta antes? Bueno, la contaré de nuevo para la gente del fondo, ya que hay una lección que aprender de ésta.»

La historia de los leprechauns (pequeña gente feérica vestida de verde que amontonaba oro al final del arcoíris) proviene de los distorsionados cuentos de los mortales sobre los Clurichaun. Algunos Linajes los compadecen, ya que los ven como víctimas de cientos de años de malas relaciones públicas, pero otros sospechan que es exactamente lo que ellos quieren y lo ven como una tremenda broma que están gastando.

Los Clurichaun viven principalmente en Irlanda, aunque también viajaron a Estados Unidos junto con los inmigrantes irlandeses, donde crearon nuevos hogares en ciudades como Boston y Nueva York. Ya sea en Irlanda o en cualquier otra parte, los Clurichaun aman la música, tanto escucharla como tocarla. La mayoría de Clurichaun toca al menos un instrumento y muchos también poseen la famosa voz irlandesa de tenor.

Disfrutan contando historias a través de las canciones, aunque también tejen historias en prosa. Estos artistas todoterreno están igual de cómodos como bardos, comediantes e historiadores orales y tienen algo de la labia irlandesa. No mienten descaradamente, pero les encanta contar cuentos y normalmente embellecen la historia en favor del humor o la emoción. Su habilidad natural para analizar a su audiencia les permite saber qué detalles o cambios serán mejor acogidos, lo que les da la reputación de que nunca cuentan dos veces la misma historia.

Junto con la narración, los Clurichaun adoran una buena pelea y creen que liarse a puñetazos es una buena forma de hacerse amigos rápidamente. Una buena trifulca despeja el aire, relaja la tensión y revela pasiones y rasgos de personalidad ocultos. Ten por seguro que un Clurichaun sabrá qué decir exactamente para hacer que el Sluagh más reservado o el Sidhe más digno suelte un puñetazo, pero también ten por seguro que, cuando los ánimos se calmen, el Clurichaun estará ahí con una cordial palmada en la espalda, una bebida bien cargada y una broma inteligente que levante el ánimo de aquéllos a los que acaba de incitar a pelearse. Si un disturbio amistoso escala hasta volverse verdaderamente violento, los Clurichaun tienen una gran habilidad para desaparecer antes de tener que responder por ningún daño a la propiedad o diente perdido. Más que nada, incluso que la música, las historias y las peleas, los Clurichaun adoran sus colecciones. Cada Clurichaun tiene al menos un objeto que atesora y guarda con cariño por encima de todo, la base de la mítica olla de oro. Algunos coleccionan discos de vinilo o estatuas de porcelana, mientras que otros pueden tener gustos más caros, buscar todas las obras de un determinado artista o coleccionar sellos o monedas raras. Los Clurichaun se esfuerzan mucho, incluso asumiendo riesgos personales en algunos casos, para añadir otro objeto más a su colección. También recuerdan hasta el último detalle de cómo adquirieron cada uno de sus tesoros, historias que contarán con mucho gusto para revisitar los queridos recuerdos de sus aventuras pasadas.

Apariencia: Aunque sin duda son más altos que los diminutos leprechauns de los cuentos populares irlandeses, los Clurichaun tienden a ser de corta estatura y rara vez superan los 1,65 metros (5 pies y 5 pulgadas). Suelen ser robustos y compactos, con una constitución fuerte que deja intuir su fuerza y fiabilidad. Sus orejas ligeramente puntiagudas son menos notables que las de los Sidhe. Los Clurichaun suelen ser pelirrojos o castaños rojizos independientemente del color de su piel, y tienen ojos almendrados claros y brillantes, por lo general de color azul, verde o avellana claro. Andan con pequeños saltitos y suelen tener una sonrisa conspirativa que hace pensar que comparten alguna clase de broma. Suelen tener un ojo morado, los nudillos destrozados o alguna otra evidencia de sus riñas amistosas.

Las chaquetillas verdes y los zapatos con hebillas de los leprechauns de los dibujos animados no suelen formar parte de su vestuario, pero sí tienden hacia los tonos de verde, así como hacia los grises y marrones que les permiten mezclarse con los entornos naturales. Los Clurichaun demuestran pragmatismo a la hora de vestir y tienen preferencia por la ropa funcional y resistente. Prefieren ropa cómoda que les permita
moverse con libertad, sin nada que les estorbe. En el armario de un Clurichaun caben delantales para manualidades, monos de trabajo, pantalones vaqueros y zapatos fuertes, y suelen llevar un pequeño kit de primeros auxilios o al menos unas cuantas vendas y algo de pomada.

Estilo de vida: Algunos Clurichaun prefieren la vida nómada y viajan con otros músicos o artesanos a ferias y festivales de música. Otros prefieren un hogar estable, siempre que estén cerca de un pub o un bar, preferiblemente con música en vivo. Ya vivan en una caravana o en una pequeña cabaña, los hogares de los Clurichaun están al tiempo abarrotados y ordenados. Sus colecciones se convierten en el punto focal de donde viven y están expuestas donde se pueda disfrutar de su presencia.

Dado que estas colecciones les son tan queridas, los Clurichaun rara vez invitan a alguien a su casa; prefieren entretenerse en lugares públicos, donde una celebración escandalosa o una pelea a puños no dañe por error uno de sus tesoros. Quien sea invitado a la casa de un Clurichaun debería sentirse muy afortunado, porque es un signo de profundo afecto y confianza.

Infantiles: Los Clurichaun Infantiles rebosan de humor y pasión por la vida, aún no están refrenados por las ataduras sociales o atemperados por la experiencia. Sus bromas son más toscas, sus historias tienen menos matices y carecen de adornos y ellos son mucho mejores comenzando peleas de lo que lo son resolviéndolas. En este Aspecto, los Clurichaun se preocupan menos por dominar un arte y se centran en probar un poco de todo. Los Infantiles se interesan por el coleccionismo, pero sus tesoros no son aún los objetos de obsesión de los Rebeldes y  Gruñones.

Rebeldes: La inclinación musical natural da paso a una habilidad genuina en los Clurichaun Rebeldes, quienes ahora tienen paciencia para perfeccionar sus habilidades. Muchos dominan al menos un instrumento, a veces varios, y las historias que cuentan tienen también más profundidad.
Los ojos brillantes y la personalidad encantadora de los Clurichaun Rebeldes atraen la atención de los demás, quienes suelen quedar atrapados por sus ingeniosas y a menudo obscenas historias. Suele describírseles como el alma de la fiesta y son dados a festejar un poquito demasiado, normalmente provocando peleas por puro placer. Han comenzado a coleccionar los tesoros que acumularán durante el resto de sus vidas.

Gruñones: Los Clurichaun Gruñones valoran la comodidad y la camaradería. Un Clurichaun Gruñón hábil socialmente rara vez empezará una pelea que sepa que no terminará con una conexión más cercana y unas buenas risas, y es un maestro a la hora de hacer que la gente se relaje, hilando absorbentes historias que duran horas o cantando canciones con el tono justo para la ocasión. Sus cómodas casas abarrotadas de estanterías y cajas muestran sus atesoradas colecciones, y aborrecen alejarse de sus preciosos tesoros durante mucho tiempo.

Afinidad: Actor.

Deleite: Los Clurichaun suelen recolectar Glamour de sus compañeros coleccionistas. Se deleitan con la sensación de logro de un coleccionista que consigue reunir una colección de bonitas estatuas de cristal, la satisfacción de un bibliófilo cuando logra encontrar ese volumen largo tiempo deseado o la alegría de un niño que abre el único cromo que la faltaba en su colección. También pueden ganar Glamour de una buena pelea, por supuesto.

Desatar: Los cantrips lanzados por los Clurichaun traen con ellos el dulce aroma de la hierba y el picor del whiskey. El propio aire adquiere un brillante tinte verde y se han visto pequeños tréboles brotando de sus pisadas. Quienes están presentes pueden experimentar un estallido de euforia o la sensación de acabar de oír un chiste hilarante, e incluso pueden descubrirse riendo sin siquiera saber por qué.

Privilegios

Un Abrir y Cerrar de Ojos: Ahora los ves, ahora no. Aparta la mirada por un instante y un Clurichaun puede desaparecer en medio de su entorno, haciéndose completamente indetectable. A menos que el Clurichaun esté atado con hierro, puede desvanecerse en un parpadeo, incluso si alguien lo está agarrando, y reaparecer en la misma zona pero fuera de la línea de visión de su observador / captor. Si alguien lo está tocando físicamente o si está retenido de alguna otra forma, desaparecer le cuesta 1 punto de Glamour.

Palabras de Pelea: En sólo unos momentos, un Clurichaun puede interpretar las emociones de una persona o grupo y saber exactamente qué decir para provocar una pelea. Los Clurichaun ven las peleas como una forma de romper el hielo y una manera agresiva de crear lazos. Pueden picar a cualquiera para que lance el primer puñetazo, a lo cual el personaje puede resistirse con una tirada de Fuerza de Voluntad a dificultad 8. Este Privilegio puede usarse para incitar una lucha entre el Clurichaun y el objetivo o entre éste y otra persona.

Flaqueza

Atesorar: Para los Clurichaun, coleccionar no es una simple afición, sino una obsesión incontenible. Deben pasar tiempo con su colección de forma habitual para satisfacer este aspecto de su naturaleza, una tarea más fácil para un Clurichaun con una colección pequeña y transportable que para otro con una enorme y difícil de manejar. Pasar más de una semana lejos de su colección desencadena Banalidad.

Estereotipos

Micah “Nudillos de Oro” O’Malley, un camarero Clurichaun, comparte:

  • Sobre los Boggans: Valoran la buena artesanía y la buena compañía, aunque pueden ser un poco estirados. ¡No hay nada de malo en soltarse un poco de vez en cuando!
  • Sobre los Eshu: Los únicos cuentacuentos mejores que nosotros, aunque no son precisamente lo que se dice de fiar. Mejor obtener esa historia de ellos mientras puedas, porque mañana se habrán ido.
  • Sobre los Nockers: Da un limón a un tejón y luego déjalo suelto en una caja de herramientas, eso te dará una buena idea de qué esperar de estos artesanos cascarrabias.
  • Sobre los Piskies: Cada historia necesita un oído que la escuche y los Piskies son grandes oyentes. No los dejes a solas con tus preciadas posesiones; nunca sabes qué terminará faltando.
  • Sobre los Pooka: Nunca son aburridos, eso seguro, y poseen un buen sentido del humor, pero tienden a llevar nuestras bromas hasta extremos incómodos. No entienden los límites. Los suyos ni los de nadie.
  • Sobre los Redcaps: Aún tengo que encontrar a un Redcap que comprenda la diferencia entre una pelea amistosa y la pura violencia. ¡Menuda panda de abusones!
  • Sobre los Sátiros: No los subestimes. Ningún otro Linaje puede seguirnos el ritmo bebiendo y pegando puñetazos y encima citar poemas eróticos de Ovidio.
  • Sobre los Selkies: Gráciles, hermosos, misteriosos y siempre fuera de tu alcance.
  • Sobre los Sidhe Arcadianos: Magníficos lores y damas con sus modales exquisitos y reglas cortesanas. Se tienen en muy alta estima, aunque no es que no tengan razones para ello.
  • Sobre los Sidhe de Otoño: Permanecieron a nuestro lado luchando. Eso vale algo.
  • Sobre los Sluagh: Es difícil llegar a conocerlos, pero sólo por las historias ya valen la pena. Un poco demasiado tímidos para su propio bien.
  • Sobre los Trolls: Quizás no sean los más divertidos, pero son firmes como una roca. Gánate su confianza y tendrás un amigo fiel de por vida.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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