Los pecados de nuestros Sires, Caitiff

Nunca quise el Abrazo. Nunca busque la inmortalidad ni estos extraños poderes. Sólo quería vivir. Cuando le hablé a mi chica de mi cáncer sólo quería un hombro donde llorar. Ella me abandonó dejando que me buscara la vida en mi nueva existencia. Lo único que me avisó fue que tuviera cuidado con el sol. Nunca me habló de clanes, Camarilla o las reglas de crear más Vástagos. Me dejó vivir, que suerte. Ella murió achicharrada por el sol, grabado en video, como aviso para todos aquellos que tuvieran compasión de un humano que se moría. Supongo que era una Gangrel, pero yo era un Caitiff y nadie me enseñó como ser un Gangrel y yo no aprendí. Decidí quedarme en la ciudad que conocía y todo habría ido bien si no hubiera desarrollado Disciplinas de otros clanes. Mi amor a la magia y el ocultismo me dirigió hacia la…

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Alejandro Magno

La figura de Alejandro Magno quizá sea de las más atractivas de la Historia. En sus treinta y tres años consiguió conquistar el mayor Imperio alcanzado hasta ese momento, llegando a las tierras bañadas por el Indo y dominando la mayor parte del continente asiático. Sus hazañas le han convertido en un mito y, en algunos momentos, en casi una figura divina, posiblemente por la profunda religiosidad que manifestó a lo largo de su vida. Hijo del rey Filipo II de Macedonia y de la princesa Olimpia, perteneciente a la familia real del Epiro, Alejandro nació en el mes de agosto de 356 a. C. La sucesión al trono macedonio correspondía a un hermanastro llamado Arrideo, hijo de Filipo y una bailarina, pero fue tajantemente rechazado por su deficiencia mental. Esta situación ponía a Alejandro en primera línea sucesoria por lo que fue educado como un príncipe heredero. Su primer…

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