Saber de la Muerte

• Leer el destino Esta evocación permite al demonio asomarse a los ojos de un cadáver y ver cómo murió. Sistema: Tira Percepción + Consciencia. El número de éxitos obtenidos determinará el grado de detalle con el que podrá determinar tu personaje la suerte del mortal, Un éxito proporciona una imagen del momento de la muerte. Cada éxito adicional se remontará aún más en el tiempo, algunos minutos con dos éxitos, algunas horas con tres y algunos días con cuatro. También amplía el contexto de las circunstancias que rodearon el fallecimiento de la persona. Tormento: Los demonios monstruosos podrán discernir el destino del sujeto sólo si esa persona sufrió una muerte violenta, ya fuera ésta accidental o intencionada. •• Descomposición Esta evocación, uno de los principales poderes de los Segadores, acelera el proceso de descomposición y reduce la materia viva e inerte a sus partículas componentes. Sistema: Tu Verdugo debe…

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Las Transformaciones a Hombre Lobo

Los Garou poseen cinco formas, desde el lobo al humano, pasando por dos formas intermedias y la más conocida, Crinos, la típica de los hombres lobo. Los nombres de las 5 formas son denominadas por los propios hombres lobo como: Homínido (Forma humana), Glabro (Casi humano, el Garou aumenta en tamaño y masa corporal. Parecen vagamente humanos, aparece pelo por todo su cuerpo y las garras y dientes se vuelven afilados y puntiagudos), Crinos (Forma de combate, la típica imágen de un Hombre Lobo), Hispo (Casi Lobo, como una versión temible de lobo prehistórico), Lupus (Lobo).

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Izhim Ur-Baal, Serafín de la Mano Negra

Libertad frente a organización, voluntad frente a rectitud, antiguos frente a neonatos… Todas estas luchas caracterizan a los vampiros del Sabbat, que parecen unidos tan sólo por el odio que sienten hacia los Antediluvianos y por el desprecio que demuestran hacia el ganado. Trasfondo: ¿Dónde empieza la crónica de una criatura que a sobrevivido a civilizaciones enteras? Izhim fue el séptimo hijo de un hechicero babilónico, príncipe de una fértil provincia en un tiempo en el que los imperios no tenían nombres ni fronteras. Los monstruos de aquella Era aún caminaban abiertamente entre los hombres; el niño-príncipe fue educado para la divinidad desde su más tierna infancia por los Antiguos, fue mantenido vivo mucho más allá de cualquier medida mortal a fuerza de infusiones nocturnas de divinidad. Riquezas y galas de cualquier tipo imaginable, tutelaje en las disciplinas mundanas y místicas, soberanía sobre un pueblo que le veneraba como heredero…

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