Vikingos y Normandos

El ejército invasor del duque Guillermo de Normandía había trepado el 14 de octubre (1066) a la altura y acampaba cerca de la población de Hastings. Los señores llevaban casi sin excepción la larga cota imbricada, tallada por abajo, los yelmos puntiagudos con el nasal, sus cortas lanzas y las ruidosas espadas largas. Sus escudos tenían la forma de un triángulo alargado de cantos redondos, de modo que protegían los muslos de los jinetes. Los infantes seguían en un grupo abigarrado, armados en parte con hachas de guerra, picas, espadas y arcos de asta, cubiertos en parte con camisas de cota, en parte con corazas de cuero o guateadas.

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Los ejércitos de la Alta Edad Media

Las tribus germánicas que invadieron el Imperio Romano a principios de la Edad Media, luchaban por lo general a pie y con hachas y espadas. Las únicas armaduras que solían usar eran cascos y escudos. Se organizaban en bandas armadas bajo el liderazgo de un jefe. Aunque eran feroces guerreros, luchaban como turbas sin coordinación. Las disciplinadas legiones romanas habían obtenido grandes victorias contra las tribus germánicas durante siglos, en parte por la fragilidad que se derivaba de su propio ímpetu. Pero al final del imperio, la calidad de las legiones romanas empezó a decaer, y las tribus germánicas pudieron traspasar sus fronteras.

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