Los Celtas
Nacieron en los bosques de Germania para héroes, combatian desnudos y llevaban las cabezas de sus enemigos colgadas de las toscas sillas de montar. Cuando les clavaban una lanza, se la arrancaban y seguían combatiendo hasta morir de pie.
Nacieron en los bosques de Germania para héroes, combatian desnudos y llevaban las cabezas de sus enemigos colgadas de las toscas sillas de montar. Cuando les clavaban una lanza, se la arrancaban y seguían combatiendo hasta morir de pie.
Guerreros Oscuros de Gaia La dominación y la sumisión, la autoridad y el vasallaje… estos son conceptos forman la base de la sociedad de los Señores de la Sombra.
La disciplina principalmente practicada por los Tzimisce es como una enfermedad corrosiva. Reglas oficiales para reflejar este mal personificada en toda sangre de los Demonios.
El concepto de la hechicería o la magia ritual al servicio de los intereses militares o políticos ocupa un papel de importancia en los mitos y las leyendas. De ahí que nos sea posible ver al mago Merlín brindando ayuda mágica al rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda…El menos conocido Malagiggi haciendo lo mismo a la diestra de Carlomagno. Estos hechiceros legendarios desempeñaron un sinnúmero de servicios, desde el espionaje a través de lo que hoy denominaríamos «visualización remota» hasta la invocación de fuerzas sobrenaturales para alterar el curso de una batalla, pasando por la importantísima capacidad de poder predecir el resultado de cualquier contienda. El papel del hechicero mítico fue adoptado por los autores de fantasía heróica, cuyos escritos ocupan las estanterías de las bibliotecas hasta el día de hoy.
Desde tiempos inmemoriales los Tzimisce han aterrorizado la Europa más allá del Elba. A lo largo del Oder y del Danubio, a través de las ciénagas del Pripet, entre los riscos de los Cárpatos acechan los Demonios, reclamando cada uno su territorio y desatando terribles venganzas sobre los intrusos. Los milenios pasados defendiendo sus tierras frente a todos han hecho de los Tzimisce unos seres extremadamente depravados, cuya crueldad es tristemente célebre incluso entre los demás vampiros.
No es la gente… es algo que sale de la tierra en ciertas partes del mundo y que tiene un efecto sobre la psique humana, haciendo que el hombre reaccione exactamente de la misma forma una generación tras otra. -J. Burdett, «Los últimos seis millones de segundos»
No es la gente… es algo que sale de la tierra en ciertas partes del mundo y que tiene un efecto sobre la psique humana, haciendo que el hombre reaccione exactamente de la misma forma una generación tras otra. -J. Burdett, «Los últimos seis millones de segundos»
Transilvania Nocturno: Los Cainitas de Europa Oriental I ¿Es de extrañar que seamos una raza de conquistadores, que seamos orgullosos, que cuando los magiares, los lombardos, los avaros, los búlgaros o los turcos lanzasen sus ejércitos contra nosotros, les hiciésemos retroceder? – Conde Drácula, en Drácula, de Bram Stoker
Transilvania Nocturno: Los Cainitas de Europa Oriental II (Assamitas y Brujah) ¿Es de extrañar que seamos una raza de conquistadores, que seamos orgullosos, que cuando los magiares, los lombardos, los avaros, los búlgaros o los turcos lanzasen sus ejércitos contra nosotros, les hiciésemos retroceder? – Conde Drácula, en Drácula, de Bram Stoker
Transilvania Nocturno: Los Cainitas de Europa Oriental III (Gangrels y Malkavians) ¿Es de extrañar que seamos una raza de conquistadores, que seamos orgullosos, que cuando los magiares, los lombardos, los avaros, los búlgaros o los turcos lanzasen sus ejércitos contra nosotros, les hiciésemos retroceder? – Conde Drácula, en Drácula, de Bram Stoker